Predicaciones Cristianas – Estima Indestructible 1

 

Pasaje clave: Jueces 6:12-16.

Lo primero que Dios hace cuando una persona se acerca a Él es restaurar su estima, pero también, es lo primero que el enemigo destruye.

Todos nos vemos de determinada manera; y según como me vea o sienta, será la imagen que llevaré donde vaya. Si me veo incapaz, esa será la imagen que trasmitiré en mi trabajo, a mi familia, en todo lugar.

Una persona que tiene baja estima, en general, lo tapa poniéndose máscaras. Por ejemplo:

A. Las personas chismosas, que para llamar la atención, siempre necesitan tener una información especial;

B. La mayoría de los hipocondríacos, que les duele todo pero en realidad no tienen nada, van de un médico a otro porque buscan atención.

C. El hipersensible, se siente agredido, todo le molesta, por el sentimiento de que es menos, piensa que los otros se burlan de él, o que lo están descalificando.

D. El que tiene aire de superioridad, también padece baja estima; es la persona que le quiere enseñar a todo el mundo. El famoso complejo de superioridad no existe, en realidad es una baja seguridad oculta. La persona soberbia, fanfarrona, cancherita, que cree que lo sabe todo, tiene baja estima.

E. La víctima: nadie me quiere, todo me sale mal.

F. El celoso, el controlador que se vuelve golpeador. Hay personas violentas que dicen cinco palabras y a la sexta, ya pega, porque necesitan descalificar al que tienen adelante.

Lo primero que Dios hará, es sanar la estima.

Gedeón estuvo viviendo en una cueva con el pueblo de Israel durante siete años, se le apareció Dios y le dijo: «sal a tomar lo que es tuyo». Gedeón respondió: «Señor dónde está tu poder, al final nos abandonaste»; y Dios le dijo: «con esta, tu fuerza, vas a pelear y los vas a derrotar.» Gedeón dijo: «yo soy pobre, no tengo nada.»

Dios nunca oye tu lamento, por eso le respondió de esa manera a gedeon. Nunca oirá tu baja estima. Cuando llega a tu vida será para sacarte de la cueva, porque esa no es tu herencia, sino la ciudad. Cuando Dios viene no es para mimarte y decirte «pobrecito», sino para dinamitar tus pensamientos y salgas a conquistar.

Hoy Dios te dice: Quiero que salgas de la cueva donde te escondiste y que conquistes. Tu destino es la ciudad, la bendición, y todo lo que el diablo te robó, te lo devolverá pagando una multa por siete.

Para restaurar la estima, Dios te impartirá fe.

1º Juan 5 dice: «esta es una nuestra victoria, nuestra fe». Es decir que si tengo fe, tengo la victoria. Dios le puso fe a Gedeón. Para Dios estar en victoria es tener fe. Fracaso no es equivocarse, sino no tener fe; porque el que tiene la fe tiene la victoria. Podrás haber perdido tu casa, tu trabajo, tu salud, tu familia, estar en desastre, pero si tenés fe, tenés la victoria.

¿Qué tiene que ver la autoestima con la fe? Si tengo mucha fe, tendré mucha estima, y de acuerdo a la medida de la fe será la estima.

Fe grande trae estima grande; estima grande, grandes conquistas.

La dimensión de la grandeza de la conquista dependerá del tamaño de la estima: a mayor estima, mayor conquista. La poca fe conquista pequeñas cosas; mucha fe, conquista sueños grandes.

¿Cómo recibo fe?

Oyendo las Palabras de Dios. «La fe es por el oír y el oír las palabras de Dios», dice Romanos. Dios le habló a Gedeón y sus palabras le levantaron la fe: » esta cueva no es mi casa sino la ciudad», dijo Gedeón.

A Jesús no lo mataron por los milagros que hacía, sino por lo que hablaba; la primera señal del Pentecostés fue que empezaron a hablar. Al leer la vida de los apóstoles, observamos que a ninguno de ellos los mataban por los milagros que hacían, sino por lo que hablaban, porque el diablo sabe que la fe viene por el oír las palabras de Dios.

Por eso a tanta gente le cuesta llegar al Señor, porque el enemigo no le permite oír, ya que sabe que si oye las Palabras, levanta su fe y, por lo tanto, van a conquistar.

 

1. Dios Colocará, en Primer Lugar, Su Palabra en tu Mente.

Tu vida sigue tus pensamientos, y de acuerdo a la calidad de tus pensamientos serán tus creencias; tu vida nunca irá más lejos de lo que vos pensás. Dios romperá todos tus paradigmas, te dinamitará con una palabra. Por ejemplo, Dios le dijo a Gedeón » Varón esforzado «, y ¡él estaba muerto de miedo dentro de una cueva! Pero Dios introdujo esa palabra en su mente y en su espíritu para motivarlo, porque las palabras de Dios mueven su unción.

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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