Predicaciones – Principios y Claves Para Operar en Milagros 2

 

Continuemos.

Muchos para testificar me muestran sus licencias de manejar donde aparecen calvos en la foto, pero ahora tienen pelo. Estos son milagros creativos que permanecen gracias al testimonio. La condición para que un milagro permanezca es declararlo en forma verbal. En una oportunidad le pregunté a Dios por que ocurren pocos milagros en el pueblo de Dios si Su presencia es tan fuerte y es para todos. Su respuesta fue que los milagros siempre suceden, pero la gente no los declara. ¡Dé su testimonio! ¡Declare su milagro!

 

5. Hemos Sido Educados para Adaptarnos a la Realidad Natural no a los Milagros.

Nuestra realidad está determinada por la dimensión natu­ral. Si sucede algo milagroso no lo podemos concebir y lo vemos como un hecho aislado; pero esto debe cambiar. Tenemos que llegar al punto de una total persuasión y convicción de que Dios es sobrenatural y hace milagros. No se trata sólo de hablar bien de Él sino de ver su presencia manifestada. Si Dios no puede sanar a los enfermos y hacer milagros, entonces dejemos de llamarlo Dios.

Si lo sobrenatural ofende a la gente es porque no lo conoce, ya que no se puede definir a Dios sin conocer lo sobrenatural que hay en Él. ¿Por qué la iglesia tiene que hacer reuniones y debates cuando sucede algo fuera de lo ordinario? ¿Por qué quieren siempre estar decidiendo si eso vino de Dios o no? Necesitamos llegar a la convicción de que Él es sobrenatural y hace milagros hoy y mañana, conforme a Su voluntad.

El ser humano crítica todo aquello que no puede producir. La voluntad de Dios siempre se manifiesta haciendo cosas extraordinarias, tal como podemos apreciar en el siguiente tes­timonio:

Predicaba ese día en nuestra iglesia-hija en Orlando, Flo­rida. Había en la congregación una hermana a la que le habían hecho una histerectomía, es decir, le habían extraído el útero debido a que tenía alojado un quiste de cuatro centímetros; pero no sólo eso, también le extrajeron la matriz. Llevaba tres años con esa condición, sin poder menstruar normalmente por falta de útero. En un momento del servicio, la gloria de Dios cayó sobre su cuerpo y ella tomó su sanidad. Al siguiente día su pe­ríodo menstrual quedó regularizado. Cuando fue al médico, le hicieron una ecografía y, para asombro de todos, los médicos encontraron que tenía un útero nuevo. Fue algo poderoso, que dejó impactados a los doctores. No podían explicar lo ocurrido, porque los exámenes previos indicaban que la mujer no tenía útero. ¡Al Señor le plació crearle un órgano nuevo!

 

6. Los Milagros Sólo Existen en el Ahora, no en el Tiempo.

Jesús nunca oró por un enfermo, siempre declaró la Pala­bra en el presente, con poder y autoridad. Él decía por ejemplo: «Sé sano», «Sé salvo» o «Sé libre», porque el reino de Dios ya ha­bía venido. Jesús les estaba diciendo: «Tu milagro es ahora». Él siempre rompió las leyes del tiempo, del espacio y la materia. Al­gunos predicadores profetizan milagros para el futuro, por eso hay gente que no busca un milagro sino una sanidad. Algunos predicadores han causado que los milagros se demoren por­que hablan siempre del futuro, que Dios hará milagros, traerá un avivamiento o nos visitará con Su gloria; muy pocas veces hablan de lo que Él está haciendo y diciendo ahora.

Hay gente que a lo mejor no hubiese muerto, si le hubieran proclamado que los milagros están disponibles ¡ya! ¡Hoy! ¡Ahora! Es bueno aclarar que un milagro no siempre se manifiesta de inmediato físicamente, pero sí puede recibirse en el espíritu ¡ahora! «La fe es ahora» es el principio para recibir un milagro.

La mayoría de hombres y mujeres en la Biblia que reci­bieron un milagro u obraron milagros rompieron las leyes del tiempo. Por ejemplo:

A. La mujer sirofenicia.

Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quie­res. Y su hija fue sanada desde aquella hora (Mateo 15:28).

Jesús le dijo a esta mujer que ése no era su tiempo porque todavía Él no había muerto ni resucitado. Entonces surge una pregunta: ¿Cómo la sanó? Jesús entró al ámbito espiritual por la fe, fue hasta la fundación del mundo y de ahí trajo la sani­dad. Así la sanó.

B. La resurrección de Lázaro.

Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la glo­ria de Dios? (Juan 11:40).

Jesús vivía el poder de Dios en el ahora. Marta le hablaba de la resurrección del siglo venidero y Jesús luchaba por sobrepasar su intelecto y llevarla a la eternidad, donde todo es ahora, un perenne presente. De allí trajo Jesús a Lázaro a la vida de nuevo.

Extracto del libro “Cómo Caminar en el Poder Sobrenatural de Dios”

Por Guillermo Maldonado

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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