Educación Sexual – Educación Sexual Para Padres 2

 

Continuemos.

La sexualidad aparece dentro del marco del matrimonio como algo maravilloso que la pareja puede disfrutar en su plenitud.

Dice 1º Corintios 7: 3-5: «El marido cumpla con la mujer el deber conyugal y asimismo la mujer con el marido». «La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento…».

La sexualidad es algo que involucra a toda la persona aún en lo corporal. Muchas veces se ha mal interpretado al apóstol Pablo como alguien despreciativo de lo corporal. Baste para aclarar el malentendido con un pasaje en 1º Corintios 6: 19-20: «O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios… glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo».

La sexualidad aparece como una mutua entrega, una mutua dependencia.

El autor de Hebreos dice en 13:4, «Honroso es en todos sus aspectos el matrimonio y el lecho es puro pero Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros».

La palabra «honroso» («timios» en griego) significa algo de gran valor o precio, «algo precioso». El autor enfatiza la idea del matrimonio como algo agradable en todos sus aspectos. Los evangélicos aceptan la expresión de la sexualidad con amplia y total libertad siempre y cuando sea hecho todo en mutua dependencia, aceptación y sin maldad. En cuanto a los métodos anticonceptivos, los evangélicos aceptan que la pareja en libertad elija su forma de control de la natalidad y el número de hijos que desean tener (si es que desean tener).

Es interesante que esta unión de los sexos implica no sólo placer, la unión, los hijos, sino la intimidad. La palabra sexo no aparece en la Biblia pero sí el verbo «conocer» que en hebreo se usa como sinónimo de relaciones sexuales. El mismo verbo se usa para animar al hombre a «conocer» más a Dios (Génesis 4:1).

El placer sexual es una creación de Dios para todo hombre y mujer. Dios aparece como el creador de la sexualidad y el amor. La Biblia afirma muy claramente que Dios crea la sexualidad, y en ningún momento se la presenta como algo culpógeno o sucio. Por eso dice Génesis 1:31: «Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí era bueno en gran manera».

El sexo aparece sin prejuicios al punto de presentar la analogía entre Dios y su pueblo como algo relativo a las relaciones sexuales, a la mutua fidelidad e infidelidad.

También es importante señalar que el pecado cometido por Adán y Eva no se debió a descubrir sus genitales o tener relaciones sexuales (como muchos creen) el pecado consistió justamente en la desobediencia, la independencia de Dios, a querer ser el hombre su propio dios. Cuando el hombre deja de creer en Dios comienza a creer en cualquier cosa.

El sexo en la Biblia no se desprecia ni se engrandece, en ningún lugar se fomenta el ascetismo o la divinización del mismo, simplemente aparece como la unión que nace del amor de dos personas.

Otra finalidad del sexo se expresa luego en Gn.1:28: «Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos”.

Los hombres pueden crear, tener hijos, sin lugar a dudas uno de los milagros más maravillosos, por eso aparece especialmente en el Antiguo Testamento los hijos como un don de Dios (Salmo 127:3) y una bendición (Salmo 128:4).

Concluyendo decimos, que el objetivo principal de la sexualidad es la comunicación, el amor y la unión de aquellos que se aman teniendo como centro de sus vidas al Señor del universo: Jesucristo.

 

C. Los Cuatro Sentidos de la Sexualidad.

Resumiendo, ¿cuál es entonces la finalidad o sentido de la sexualidad?

Tiene cuatro sentidos, que son:

El procreativo: es una ley biológica de reproducción.

El placentero: es la ley fisiológica que cuando nos tocan o tocamos sentimos placer.

El de la autoestima: es la ley psicológica por la cual necesitamos que nos miren, nos hablen, nos consideren.

El de la intimidad: es la ley espiritual en la cual el sexo es más que una penetración, es dos personas que se comprometen a estar unidas profundamente hasta llegar a ser uno.

Extracto del libro “Educación Sexual Para la Familia”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

    • Hola Demetrio. ¡¡Bienvenido!! Qué alegría que esta herramienta te sea útil. Bendiciones en tu ministerio!!!!

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