LA HOMOSEXUALIDAD: «El miedo al otro»

Introducción

Se define a la «orientación sexual» como la preferencia de una persona al seleccionar el sexo de la otra con quien se relacionará sexual­mente. Cuando esa relación es hom­bre-mujer, hablamos de orientación heterosexual; cuando es hombre-hombre o mujer-mujer decimos que la orientación es homosexual y cuan­do la relación es con ambos sexos (pero predominando uno) la orienta­ción es bisexual; cuando es con ambos sexos (da lo mismo hombre o mujer) es ambisexual.

La homosexualidad es la atrac­ción romántica, deseo sexual y acti­vidad sexual de una persona con otra del mismo sexo. Erróneamente algu­nos limitan la definición al contacto genital dejando de lado algo muy importante como son el deseo y la fantasía sexual. Tal vez sea importante remarcar aquí que nacemos con un sexo de­finido desde lo biológico: varón o mujer (pene, vagina, testículos, ova­rios, etc.), a esto en sexología lo conocemos como sexo biológico; este sexo es heredado. Pero el uso que se le de a este cuerpo puede no coincidir con el sexo biológico. A este uso lo llamamos sexo genérico. Es el uso que hacemos de nuestro cuerpo. Así podemos ser de sexo biológico masculino pero genéricamente actuar como mujer.

Algunos mitos sobre la homosexualidad

Es importante poder desterrar algunos mitos sobre la homosexua­lidad que existen en nuestras iglesias.

Mito: «Todos los homosexuales son neuróticos y tienen trastornos en su conducta y en su capacidad intelectual».

Falso. Aunque muchos de ellos han tenido experiencias y dificultades en su infancia (como muchos heterosexuales) el ser homosexual no disminuye o afecta necesariamente su capacidad intelectual o sus rela­ciones interpersonales. La historia confirma esto: filósofos como Platón, Aristóteles, Sócrates, pintores como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, escritores como Walt Whitman, Federico García Lorca, Shakespeare, Sófocles, Oscar Wilde, la reina Cristina de suecía, actores como Rodolfo Valentino, compositores como Beethoven, Tchaikovsky, emperadores como Alejandro Magno, Adriano, Calígula, Claudio, Nerón, Julio César, etc., fueron homosexuales.

Mito: «Todos los homosexuales son afeminados».

Falso. Muchos homosexuales no poseen absolutamente ningún rasgo de «marica». Muchos de ellos son «masculinos», «femeninas». ¿Cuántas veces hemos escuchado la frase «lo que menos me imaginaba, es que tutano era homosexual»?

Mito: «Todos los homosexuales acostumbran seducir a adolescentes varones».

Falso. No cabe duda que muchos sí lo hacen, pero no todos. Algunos nos manifestaron que tal idea les es «repulsiva»; existen parejas con una convivencia de varios años, donde la idea de seducir a otro es vivido de la misma manera en que una pareja heterosexual podría vivir la infidelidad.

Mito: «Los homosexuales tiene una sexualidad distinta de la de los heterosexuales».

Falso. Masters y Johnson estudiaron a 300 homosexuales durante más de 15 años, cuyas reacciones sexuales se estudiaron en laboratorio certificando que las reacciones fisiológicas como por ejemplo el ciclo de respuesta sexual (excitación, meseta, orgasmo y resolución) eran iguales a la de los heterosexuales. Motivo también que tira abajo la teoría de que la homosexualidad sería genética, ya que si así fuera esto hubiese modificado el ciclo de respuesta sexual.

Mito: «A todos los homosexuales les gustaría ser heterosexuales».

Falso. Muchos están contentos con su condición, organizaciones como «SIGLA» (Sociedad de Integración Gay-Lésbico Argentina), «Cuader­nos de existencia lesbiana», «Asociación gays por los derechos civiles», dan cuenta de que muchos se sienten «felices» por su condición. El 28 de junio se considera el día Internacional del orgullo gay y lesbiano. A las mujeres homosexuales se las conoce con el nombre de lesbianas, en honor a la poetisa griega Safo que vivía en la isla de Lesbos y allí ejercía su homosexualidad. Hasta donde conocemos, en Capital Federal existen dos iglesias evangélicas pastoreadas por y para homosexuales. Hoy la homosexua­lidad se ha transformado para muchos de ellos en un «estilo de vida» (gay).

Extracto del libro Perversiones Sexuales

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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