La homosexualidad en el Nuevo Testamento

Jesús no va a decir nada en cuanto a la homosexualidad, pero sí el apóstol Pablo.

Frente al helenismo del primer siglo, y el libertinaje gnóstico es que va a dar una lista de cosas que Dios desecha y que escribe en Romanos 1 viéndola como algo desagradable para los ojos de Dios (Ro. 1:18-32).

Pablo condena la práctica homosexual masculina y femenina como algo que no está en los planes de Dios. La relaciona con la idolatría, dice que «cambiaron la gloria de Dios a imagen de aves, de cuadrúpedos y reptiles» (vs.23). Esto acompañado de «deshonra a sus propios cuerpos» (vs. 24).

Los versos. 26 y 27 dicen: «Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mis­mos la retribución debida a su extravío.»

Este intercambio de orientación sexual Pablo lo ve como una con­secuencia de haberse alejado de Dios. Para el apóstol el acto homo­sexual es «antinatural» (en griego «parafísicos»; es decir lo innato, pero en el sentido de contrario al plan natural de Dios respecto a la sexualidad24).

 En 2 Co.6:9,10 dice: «…ni los afeminados, ni los que se echan con varones… heredarán el reino de Dios».25

Se incluye que los que practican la homosexualidad no heredarán el reino de Dios. En el vs.11 les recuerda: » y esto erais algunos mas ya habéis sido lavados, santificados y justificados».

Esta nota redentora muestra la apertura del apóstol en incluir como sus «hermanos en la fe» aquellos que sin importar su pasado se arre­pentían de sus prácticas homosexuales.

La palabra «afeminado» es en griego malakos, literalmente suave o afeminado. Se hace referencia a los que se entregaban a la práctica homosexual pasiva, «los que se echan con varones» aluden a los homo­sexuales activos.

 Al escribirle a Timoteo en 1 Ti. 1:9,10, le dice: «Conociendo esto que la ley no fue dada para el justo sino para los trangresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secues­tradores, para los mentirosos y perjuros.»

 Recordemos que 14 de los 15 primeros emperadores practicaban la homosexualidad. En esos momentos Nerón era el emperador, éste había tomado a un joven llamado Esporo y lo había castrado, se había casado con él en una importante ceremonia teniéndolo como esposa. También se había casado con un hombre llamado Pítágoras y lo llamaba su esposo. Un historiador dice que «era la mujer de todos los hombres, y el hombre de todas las mujeres». Es en este contexto que el apóstol escribe.

El N.T. se originó en tiempo de Calígula y Nerón. El apóstol Pablo fue contemporáneo de Petronio. Era práctica diaria la prostitución de hombres y mujeres, la esclavitud explotada sexualmente, la pederastía, el rapto de niños, etc.

Pablo no condena a los homosexuales, sino a la práctica homosexual. Las iglesias evangélicas creen que no es parte del plan de Dios. Se integran a las mismas aquellos que en una búsqueda sincera de Dios se arrepienten y buscan el reestablecimiento de su orientación sexual como Dios lo creó.

En las iglesias evangélicas se encuentran ex homosexuales que han encontrado la paz a su angustia y búsqueda de Dios con la consiguiente restauración de su sexualidad. Otros que en una búsqueda sincera con­tinúan el lento proceso de crecimiento en búsqueda de su restauración.

Los textos bíblicos de ninguna manera dan el aval para la homofobia de la que algunos religiosos son presos, pero esto se debe más a sus conflictos interiores inconscientes (aunque lo traten de racionalizar con textos de la Biblia).

Hemos conocido a grandes perseguidores (religiosos y no religiosos) de la homosexualidad «caer» en aquello que más condenaban. A veces, el más moral es el más inmoral, así lo hemos escrito en otro lugar.

 «Aunque su práctica sea contraria a la voluntad de Dios, se merecen todo el respeto como personas y toda nuestra ayuda.»

También los evangélicos creemos que cada ser humano es respon­sable de sus decisiones y actos y que cada uno dará cuenta a Dios de los mismos. Un aspecto teológico importante es el de la LIBERTAD, que el hombre elija por los principios de Dios o no.

Extracto del libro Perversiones Sexuales

Por Bernardo Stamateas

 

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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