Mito que eliminamos

  • El sexo es repulsivo, bajo y carnal. Falso.

Es común escuchar a personas mayores referirse a la relación sexual como: “la porquería”. Creen que sexo es igual a pecado. Este mito es una filosofía antibíblica enseñada como norma religiosa, según la cual el fin de la sexualidad es sólo la procreación.

Ana, una mujer sexagenaria, tocó a la puerta de mi oficina un lunes a primera hora. Eufóricamente expresó: “su mensaje anoche fue tan motivador y desafiante que decidí consagrar mi vida a Dios. Mientras desayunaba con mi esposo esta mañana, le comenté el deseo de mi corazón y le dije que ya no podríamos tener más relaciones sexuales porque iba a ser ‘santa’ para el Señor”.

Ella consideraba el sexo como algo “sucio y pecaminoso”, que la alejaba de la comunión con Dios. Este concepto es totalmente erróneo, ya que Dios creó a Adán y a Eva y los unió en matrimonio antes de la caída.

Kevin Leman dice: “un hombre sexualmente satisfecho será, por lo general, un mejor padre y un mejor empleado. Una mujer sexualmente satisfecha tendrá menos estrés y más gozo en su vida. La relación sexual es de vital importancia para un matrimonio saludable”.

  1. El sexo es para la reproducción. Génesis 1:28.

La reproducción aparece como un mandato y se convierte en uno de los objetivos de la unión sexual. Tener hijos en el Antiguo Testamento era una obligación; la esposa infértil podía ser repudiada y la viuda sin hijos debía engendrar descendencia con su cuñado (ley del Levirato). El pensamiento de que el propósito único y exclusivo de la sexualidad es la reproducción surgió después de la caída, en Génesis 3, cuando la mujer, llamada Varona, dejó de ser el complemento del varón y pasó a ser el objeto para que éste lograra descendencia. La Varona se transformó en Eva, madre de todos los vivientes.

Es necesario entender la dimensión de la relación sexual más allá de los hijos.

Mitos que eliminamos

  • La mujer decente es aquella que no piensa en el sexo. Falso.

La sexualidad ha sido creada por Dios con el propósito de ser disfrutada tanto por el hombre como por la mujer en el ámbito matrimonial. El deseo sexual es una parte integral de todo ser humano.

  • Buscar la satisfacción sexual es pecado. Falso.

La sexualidad ha sido creada no sólo para la reproducción sino también para el placer. La relación sexual genera una cercanía física y emocional única. Dios la ha diseñado con el propósito de ser vivida y no sufrida o tolerada.

  • Usar anticonceptivos es pecado. Falso.

La Biblia nos encomienda señorear la creación. Dentro de este mandato queda incluido el ejercicio de la paternidad responsable. Los métodos anticonceptivos que no sean abortivos pueden emplearse con libertad de conciencia.

  1. El sexo satisface la necesidad básica de intimidad. Génesis 2:19-23.

Ninguna criatura del Edén podía satisfacer el deseo de intimidad y comunicación de Adán: “mas para Adán no se halló ayuda idónea”, versículo 20. Adán necesitaba una compañera que fuera su complemento y su pareja sexual, por lo que Dios hizo a Eva.

Dios está interesado en nuestra vida afectiva, emocional y sexual. Dios planeó el matrimonio como un mutuo complemento y una solución para la soledad. Las relaciones sexuales casuales, antes del matrimonio o como aventuras extramatrimoniales, en lugar de alejar la soledad, aumentan la frustración. Las experiencias sexuales fuera del matrimonio son, a la larga, destructivas. “Es evidente que lo que hacemos hoy en nuestra sociedad (relaciones sexuales en la primera o segunda cita) no está dando resultados. Es probable que ayude a los solteros a superar la frustración sexual a corto plazo, pero destruye los matrimonios significativos a largo plazo”.

Extracto del libro Sexualidad Sana, Liderazgo Sólido

Por José Luis y Silvia Cinalli

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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