La Doctrina de los Ángeles – La Participación Angélica en el Problema Moral 1

 

 

Las palabras problema moral se refieren al conflicto que siempre está presente donde los agentes morales y libres se enfrentan con el problema de lo malo y lo bueno. La fuerza de este conflicto llega a su clímax en tres ocasiones principales:

  • La caída de los ángeles
  • La caída del hombre
  • La muerte expiatoria de Cristo.

De éstos el primero y el segundo tienen una relación íntima; lo mismo se puede decir del segundo y el tercero. Pero la relación entre el primero y el tercero es remota pues se trata principalmente no de personas, sino de principios.

Lo malo comenzó con la caída de un ángel. Ese pecado fue seguido por el de una multitud de otros ángeles según Apocalipsis 12:4. Aquel acto de rebelión contra Dios de parte de un ser angélico también volvió a realizarse en el huerto del Edén, pero en esta ocasión fue cometido por el primer hombre y el resultado fue que su naturaleza depravada le fue transmitida a toda la raza humana desde aquel funesto día.

Al analizar esta secuencia histórica ya presentada, es posible reconocer que la raza fue herida mediante el pecado de su cabeza federal al ser tentada por el ángel que primero pecó en el cielo, y que una multitud de ángeles pecaron por la influencia de ese mismo pecador original. Hasta aquí ningún problema insuperable se presenta; pero sí es dificilísimo tomar el próximo paso y hallar una razón del por qué un ángel no caído, sin tentación de afuera, y viviendo en la misma presencia de Dios, y que debe haber sabido la diferencia entre la luz moral y las tinieblas morales, escogió estas últimas.

¿Cómo se explicará el nacimiento del mal moral en el seno del bien moral? El aspecto metafísico del origen del mal es un problema que los teólogos jamás han podido solucionar; por lo tanto sólo nos será posible considerar ciertos aspectos consecuentes con la finita mente humana.

Como en el caso de la caída del hombre, cuando nos acercamos al complejo tema de la caída de los ángeles, es imperativo, a la luz de lo revelado acerca de Dios, que reconozcamos ciertas verdades inmutables:

A. Dios solo es santo y en ningún sentido es él el instigador del pecado angélico, ni indirecta ni directamente.

B. Aunque los ángeles fueron creados para llenar un propósito, su caída fue anticipada desde la eternidad.

C. Se les dio la autonomía de ángeles, la que les permitió permanecer en, o salir de ese estado santo en el cual fueron creados.

D. A diferencia de los hombres que reciben una naturaleza corrompida al tiempo de su concepción física igual a la de su primer padre, los ángeles que cayeron sostuvieron una relación personal con Dios e individualmente, ellos se apartaron de su estado original de santidad como el primer ángel.

E. Aunque la caída del hombre abrió el camino por el cual Dios pudo demostrar Su gracia en la redención (Ef. 2:7), en el caso de los ángeles caídos no se les dio la oportunidad de la redención y la reconciliación con Dios.

 

Los ángeles fueron creados con la responsabilidad de la auto-determinación (libre albedrío). Ese fue el ideal divino representado por ellos en la creación. La posibilidad de cometer lo malo en ninguna manera era una necesidad. El declarar que Dios debiera haber impedido su caída puesto que tuvo el poder para hacerlo resulta en una confrontación entre la voluntad divina en Su gobierno y la de Su creación, o sea la expresión de la voluntad de Dios en la constitución de los ángeles.

Aunque los ángeles al ser creados despertaron conscientes en su estado de santidad sin tentación exterior, no obstante estaba en su incumbencia tanto el querer como el hacer lo que pertenece a la santidad. Como en el caso del hombre, parece que se les concedió a los ángeles un período de prueba. El amor de Dios para ellos fue el del Creador para sus criaturas; pero les fue dada aquella libertad de acción que corresponde a la responsabilidad angélica.

Tal libertad también le fue dada al primer hombre, pero con una excepción de primordial importancia: ya había en existencia un reino de maldad con su fuerte incitación externa para hacer el mal. Tal fuerza externa no existía para los ángeles cuando ellos comenzaron a existir consciente. Por lo tanto se puede eliminar del problema moral a todos aquellos ángeles que pecaron bajo la influencia del primer ángel pecador. Cada uno cayó individualmente, pero afectados por la fuerza de ciertas influencias que se presentaron después de experimentar su estado de santidad original.

Un estado de santidad confirmado es el privilegio de los ángeles no caídos que siempre contemplan y gozan la presencia de Dios, lo que es una consecuencia mucho más probable para ellos de lo que pudiera ser para el hombre caído que jamás ha visto a Dios, ni ha experimentado por un momento la santidad inmaculada.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Teología Sistemática. Volumen 2”

Por Lewis S. Chafer

(Fundador y 1º Presidente del Seminario Teológico en Dallas, Texas. USA)

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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