Doctrina Bíblica – Cristo Murió Para Que Podamos Vivir Por Fe en Él

 

Pasaje Clave: Gálatas 2:20.

Hay una paradoja explícita en este versículo. «Estoy crucificado», pero «ahora vivo».

Uno podría decir: «Eso no es paradójico, es secuencial. Primero morimos con Cristo; luego fuimos resucitados con Él y ahora vivimos». Cierto. Pero, ¿qué de estas aún más paradójicas palabras: «Ya no soy yo quien vive», sin embargo «ahora vivo»? ¿Vivo o no vivo?

Las paradojas no son contradicciones. Solo suenan como tales.

Lo que Pablo quiere decir es que había un «yo» que murió, y ahora hay un diferente «yo» que vive. Eso es lo que significa hacerse cristiano.

Un viejo yo muere. Un nuevo yo es «creado» o «resucitado». «Si alguno está en Cristo, nueva criatura es» (2º Corintios 5:17). «Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó» (Efesios 2:5-6).

El objetivo de la muerte de Cristo fue tomar nuestro «viejo yo» con Él en la tumba y poner fin al mismo. «Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido» (Romanos 6:6). Si confiamos en Cristo, estamos unidos a Él, y Dios considera nuestro viejo yo como muerto con Cristo. El propósito era la resurrección de un nuevo yo.

Así, pues, ¿quién es el nuevo yo? ¿Cuál es la diferencia entre estos dos yo?¿Soy yo todavía yo? El versículo al comienzo de este capítulo describe el nuevo yo en dos maneras: Una manera es casi inimaginable; la otra es obvia. Primero, del nuevo yo en Cristo que vive en mí dice: «y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí». Yo tomo esto como que quiere decir que el nuevo yo está definido por la presencia y ayuda de Cristo en todo tiempo. Él está siempre impartiéndome vida.

Él está siempre fortaleciéndome para lo que me manda a hacer. Es por eso que la Biblia dice: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4: 13). «Trabajo según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí» (Colosenses 1:29). De modo que al final el nuevo yo dice: «No osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí» (Romanos 15:18).

Esta es la primera forma en que Gálatas 2:20 habla del nuevo yo: un yo habitado por Cristo, sostenido por Cristo, fortalecido por Cristo. Eso es lo que la muerte de Cristo trajo. Eso es lo que un cristiano es.

La otra forma en que habla del nuevo yo es ésta: Vive confiando en Cristo momento tras momento. «La vida que ahora vivo en la carne la vivo por fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se dio a sí mismo por mí».

Sin esta segunda descripción del nuevo yo, podríamos preguntarnos cuál es nuestra parte en experimentar la ayuda diaria de Cristo.

Ahora tenemos la respuesta: la fe. Del lado divino, Cristo está viviendo en nosotros y capacitándonos para vivir del modo que Él nos enseña a vivir. Esta es su tarea. Pero desde el lado nuestro, se experimenta confiando en Él momento tras momento en que está con nosotros y nos ayuda. La prueba de que Él estará con nosotros y nos ayudará a hacer esto es el hecho de que sufrió y murió para que sucediera.

Extracto del libro  “La Pasión de Jesucristo”

Por John Piper

Artículo anteriorTeología – John Piper CRISTO MURIÓ PARA DAR AL MATRIMONIO SU MÁS PROFUNDO SIGNIFICADO
Artículo siguienteTeología – John Piper CRISTO MURIÓ PARA HACER DE SU CRUZ LA BASE SOBRE LA CUAL GLORIARNOS
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre