La Doctrina de la Biblia – La Autoridad de las Escrituras 1

 

 

¿Cómo Sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios?

¿Qué nos enseña toda la Biblia respecto a sí misma? Las principales enseñanzas de la Biblia en cuanto a si misma se pueden clasificar en cuatro características (a veces llamadas atributos):

1. La autoridad de las Escri­turas.

2. La claridad de las Escrituras.

3. La necesidad de las Escrituras.

4. La suficiencia de las Escrituras.

Con respecto a la primera característica, la mayoría de los cristianos estaría de acuerdo en que la Biblia es nuestra autoridad en algún sentido. Pero ¿en qué senti­do afirma la Biblia ser nuestra autoridad? Y ¿cómo nos persuadimos de que las afir­maciones de la Biblia en cuanto a ser la Palabra de Dios son verdad?

Estas son las preguntas que se consideran en este estudio.

 

Explicación y Base Bíblica.

La autoridad de las Escrituras quiere decir que todas las palabras de la Biblia son pala­bras de Dios de tal manera que no creer o desobedecer alguna palabra de las Escrituras es no creer o desobedecer a Dios.

Esta definición se puede ahora examinar en sus varias partes.

 

A. Todas las Palabras de las Escrituras son Palabras de Dios.

1. Esto es lo que la Biblia Afirma en Cuanto a sí Misma.

Hay frecuentes afirma­ciones en la Biblia de que todas las palabras de las Escrituras son palabras de Dios (como también que fueron escritas por hombres, por supuesto, no quiero decir que toda palabra de las Escrituras fue dicha audiblemente por Dios mismo, puesto que la Biblia registra las palabras de cientos de diferentes personas, tales como el rey David y Pedro, e in­cluso el mismo Satanás. Pero si quiero decir que incluso las citas de otros son informes de Dios de lo que dijeron, y correctamente interpretadas en sus contextos, vienen a nosotros con la autoridad de Dios).

En el Antiguo Testamento esto se ve frecuentemente en la frase introductoria: «Así dice el Señor», que aparece cientos de veces. En el mundo del Antiguo Testamento esta frase se habría recono­cido como idéntica en forma a la frase «Así dice el rey…», que se usaba como prefa­cio en los edictos de un rey a sus súbditos, edicto que no se podía cuestionar o poner en tela de duda sino que simplemente había que obedecer.

Así que cuando los profetas dicen: «Así dice el Señor», están afirmando ser mensajeros del Rey so­berano de Israel, es decir, Dios mismo, y están afirmando que sus palabras son ab­solutamente palabras autoritativas de Dios. Cuando el profeta hablaba en el nombre de Dios de esta manera, toda palabra que decía tenía que ser de Dios, o sería un falso profeta (Nm.22:38; Dt.18:18-20; Jer.1:9; 14:14; 23:16-22: 2931-32; Ez2:7; 13:1-16).

Es más, se dice que Dios a menudo hablaba «a través» del profeta (1 R 14:18; 16:12.34; 2 R 9:36; 14:25; Jer.37:2; Zac.7:7,12). Por tanto, lo que el profeta decía en el nombre de Dios, Dios lo decía (1º R.13.26 con v. 21; 1º R 21:19 con 2º R 9:25-26; Hag.1:12; 1º S 15:3.18).

En estas y otras instancias en el Antiguo Testamento, a las palabras que los profetas dijeron uno puede igualmente referirse como palabras que Dios mismo dijo. Así que no creer o desobedecer algo que el profeta decía era no creer o desobedecer a Dios mismo (Dt.18:19: 1 S 10:8; 13:13-14; 15:3. 19, 23; 1 R 20:35. 36).

Estos versículos, por supuesto, no aducen que todas las palabras del Antiguo Tes­tamento son palabras de Dios, porque estos versículos mismos se refieren sólo a sec­ciones específicas de palabras dichas o escritas en el Antiguo Testamento. Pero la fuerza acumulativa de estos pasajes, incluyendo los cientos de pasajes que empiezan con «Así dice el Señor», es demostrar que dentro del Antiguo Testamento tenemos registros escritos de palabras que se dicen ser las propias palabras de Dios. Estas pala­bras al ser escritas constituyen grandes secciones del Antiguo Testamento.

En el Nuevo Testamento varios pasajes indican que se pensaba que todos los escritos del Antiguo Testamento eran palabras de Dios. 2º Timoteo 3:16 dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia».

Aquí «Escritura» (grafe) se debe referir a las palabras escritas del Antiguo Testamento, porque eso es a lo que la palabra grafe se refiere en cada una de sus cincuenta y una ocasiones en que aparece en el Nuevo Testamento. Es más, las «Sagradas Escrituras» del Antiguo Testamento es a lo que Pablo acaba de referirse en el versículo 15.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Teología Sistemática”

Por Wayne Grudem

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

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  2. me gustaria que me enviaran el devocional diario agradezco si lo puede hacer para crecimiento espiritual y personal gracias

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