La Doctrina de la Biblia – La Suficiencia de las Escrituras 2

 

Continuemos.

B. Podemos Buscar Todo lo que Dios ha Dicho Sobre Temas en Particular, y Podemos Hallar Respuestas a Nuestras Preguntas.

Por supuesto, nos damos cuenta de que nunca obedeceremos perfectamente toda la Biblia en esta vida (Stg.3:2; 1º Jn.1:8-10). Así que al principio pudiera parecer que no es muy significativo decir que todo lo que tenemos que hacer es lo que Dios nos ordena en la Biblia, puesto que nunca podre­mos obedecerla en su totalidad en esta vida. Pero la verdad de la suficiencia de la Biblia es de gran significación para nuestra vida cristiana, porque nos capacita para enfocar nuestra búsqueda de las palabras de Dios para nosotros sólo en la Biblia y nos ahorra la interminable tarea de buscarlas en todos los escritos de los cristianos en toda la historia, o en toda las enseñanzas de la iglesia, o en todos los sentimien­tos e impresiones subjetivas que vienen a nuestra mente día tras día, a fin de hallar lo que Dios requiere de nosotros.

En un sentido muy práctico quiere decir que po­demos arribar a conclusiones claras sobre muchas enseñanzas de la Biblia. Por ejemplo, aunque requiere algo de trabajo, es posible hallar todos los pasajes bíbli­cos que son directamente pertinentes al tema del matrimonio y divorcio, o las responsabilidades de los padres para con los hijos, o las relaciones entre el creyente y el gobierno civil.

Esta doctrina significa, aún más, que es posible compilar todos los pasajes que se relacionan directamente con asuntos doctrinales como la expiación, o la perso­na de Cristo, o la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente hoy. En estas y cientos de otras cuestiones morales y doctrinales, la enseñanza bíblica en cuanto a la suficiencia de la Biblia nos da confianza de que podremos hallar lo que Dios nos exige que pensemos y hagamos en estas cuestiones.

En muchas de estas cuestiones podemos lograr confianza de que nosotros, junto con la vasta mayoría de la iglesia a través de la historia, hemos hallado y formulado correctamente lo que Dios quie­re que pensemos o hagamos. Dicho en forma sencilla, la doctrina de la suficiencia de la Biblia nos dice que es posible estudiar teología sistemática y ética, y hallar respuestas a nuestras preguntas.

En este punto diferimos de los teólogos católicos romanos, que dirían que no hemos hallado todo lo que Dios nos dice en cuanto a un tema en particular mien­tras no hayamos escuchado la enseñanza oficial de la iglesia en toda su historia. Nosotros responderíamos que aunque la historia de la iglesia puede ayudamos a entender lo que Dios nos dice en la Biblia, jamás en la historia de la iglesia Dios ha añadido a las enseñanzas o mandamientos de la Biblia; en ninguna parte en la histo­ria de la iglesia fuera de la Biblia Dios ha añadido algo que nos exija que creamos o hagamos. La Biblia es suficiente para equipamos para «toda buena obra», y andar en sus caminos es ser «perfectos» a los ojos de Dios.

En este punto también diferimos de los teólogos no evangélicos que no están convencidos de que la Biblia es la Palabra de Dios en un sentido único y absoluta­mente autoritativo, y que por consiguiente buscarían no sólo en la Biblia sino tam­bién en muchos otros de los primeros escritos cristianos en un esfuerzo por hallar no tanto lo que Dios le dijo a la humanidad sino más bien lo que muchos cristianos ini­ciales experimentaron en su relación con Dios.

Ellos no esperarían llegar a una sola conclusión unificada en cuanto a lo que Dios quiere que pensemos o hagamos res­pecto a un asunto en particular, sino descubrir una variedad de opiniones y puntos de vista compilados alrededor de ideas principales unificadoras.

Todos los puntos de vista sostenidos por los primeros cristianos en alguna de las primeras iglesias se­rian potencialmente puntos de vista válidos para que los cristianos los sostengan hoy también. A esto replicaríamos que nuestra búsqueda de respuestas a cuestio­nes teológicas y éticas no es una búsqueda para saber lo que varios creyentes han pensado en la historia de la iglesia, sino una búsqueda para hallar y entender lo que Dios mismo nos dice en sus propias palabras, que se hallan en la Biblia y sólo en la Biblia.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Teología Sistemática”

Por Wayne Grudem

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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