La Doctrina de Dios – Los Atributos Incomunicables de Dios: Introducción 3

 

Continuemos.

La segunda razón para mencionar esta larga lista es mostrar que todo lo que sa­bemos de Dios partiendo de la Biblia nos viene en términos que entendemos por­que describen acontecimientos o cosas comunes a la experiencia humana. Usando un término más técnico, podemos decir que todo lo que la Biblia dice de Dios usa len­guaje antropomórfico; es decir, lenguaje que habla de Dios en términos humanos.

Ha ha­bido quienes tienen problemas con el hecho de que hay lenguaje antropomórfico en la Biblia. Pero esto no debería ser problema para nosotros, porque para que Dios nos enseñe cosas que no conocemos por experiencia directa (tales como sus atributos), tiene que enseñarnos en términos que nosotros conocemos.

Por eso todo lo que la Biblia dice en cuanto a Dios es «antropomórfico» en un sentido am­plio (hablar de Dios en términos bien sea humanos o en términos de la creación que conocemos). Esto no quiere decir que la Biblia nos da ideas erradas o equívo­cas en cuanto a Dios, porque esta es la manera en que Dios ha escogido revelarse a nosotros, y revelarse verdadera y acertadamente.

Con todo, debe advertirnos a no tomar ninguna de estas descripciones por sí sola y aislada de su contexto inmediato o del resto de lo que la Biblia dice en cuanto a Dios. Si lo hiciéramos, corremos el riesgo de malentender o de tener un cuadro desequilibrado o inadecuado de quién es Dios.

Cada descripción de uno de los atributos de Dios se debe entender a la luz de todo lo demás que la Biblia nos dice en cuanto a Dios. Si no recordamos esto, inevitablemente entenderemos erróneamente el carácter de Dios.

Por ejemplo, tenemos una idea del amor por la experiencia humana. Eso nos ayuda a entender lo que la Biblia quiere decir cuando dice que Dios es amor, pero nuestro entendimiento del significado de «amor» al aplicarlo a Dios no es idéntico a nuestra experiencia con el amor en las relaciones humanas.

Así que debemos aprender de ver actuar Dios a través de la Biblia y de los demás atributos de Dios que se nos dan en la Biblia, así como de nuestras experiencias del amor de Dios en nuestra vida, para poder refinar nuestra idea del amor de Dios de una manera apropiada y evitar malentendidos.

Así que el lenguaje antropomórfico en cuanto a Dios es veraz cuando aparece en la Biblia, pero se puede entender correctamente sólo al leer continuamente la Biblia toda nuestra vida a fin de poder entender este lenguaje en el contexto de toda la Biblia.

Hay una tercera razón para señalar la gran diversidad de descripciones de Dios tomadas de la experiencia humana y del mundo natural. Este lenguaje debe recor­darnos que Dios hizo el universo para que muestre la excelencia de su carácter, para que muestre su gloria. Dios es digno de recibir gloria porque él creó todas las cosas (Ap.4:11); por consiguiente, todas las cosas deben honrarlo a él.

El Salmo 148:3, 7-11, 13 es un ejemplo de cómo la creación es convocada para alabar a Dios.

Conforme aprendemos en la Biblia en cuanto al carácter de Dios, eso debería abrir nuestros ojos y capacitarnos para interpretar correctamente la creación. Como resultado, podremos ver reflejos de la excelencia del carácter de Dios en to­das partes de la creación (Is.6:3).

Se debe recordar que aunque todo lo que la Biblia nos dice en cuanto a Dios es verdad, no es exhaustivo. La Biblia no nos lo dice todo en cuanto al carácter de Dios. Así que nunca conoceremos el «nombre» de Dios total y completamente en el sentido de que jamás entenderemos exhaustivamente el carácter de Dios. Nunca sabremos todo lo que se puede saber en cuanto a Dios.

 

3. Definiciones Balanceadas de los Atributos Incomunicables de Dios.

Los atri­butos incomunicables de Dios son tal vez los que más fácilmente se malentienden, probablemente porque representan aspectos del carácter de Dios que son menos conocidos en nuestra experiencia. En este capítulo, por consiguiente, cada uno de los atributos incomunicables de Dios se define con una oración de dos partes.

La primera parte define el atributo que se considera, y la segunda parte nos guarda contra entender mal el atributo indicando un aspecto balanceado u opuesto que se relaciona con ese atributo. Por ejemplo, la inmutabilidad de Dios se define como sigue: «Dios es inmutable en su ser, perfecciones, propósitos y promesas sin em­bargo Dios actúa, y actúa en forma diferente en respuesta a situaciones diferentes».

La segunda mitad de la oración nos guarda en contra de la idea de que inmutabili­dad quiere decir total incapacidad de actuar. Algunos en efecto entienden la inmu­tabilidad de esta manera, pero tal comprensión no concuerda con lo que dice la Biblia de la inmutabilidad de Dios.

Extracto del libro “Teología Sistemática”

Por Wayne Grudem

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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