¿Quién derribó a Goliat? ¿David o Dios? Si fue Dios, ¿por qué David tomó cinco piedras? Porque si no lo alcanzaba con una, le tiraba con las otras cuatro.

Entonces fue David, ¿y por qué él dijo: “En el nombre de Jehová de los ejércitos vengo”? Los dos lo derribaron.

¿Dios nos encontró a nosotros o nosotros lo encontramos a Él cuando nos convertimos? Los dos. El me encontró y yo lo encontré. Por eso Felipe dice: “Hallamos al Mesías” y Jesús dijo: “Encontré a Felipe.” Los dos, porque lo humano y lo divino van juntos.

¿La fe es humana o divina? Las dos: porque es “un don de Dios” y es “una actitud mía.” Dios me dice: “Tenés que creer, depende de vos”, pero también es un don que Él me da. Pablo dijo: “Somos colaboradores”, es decir todo lo que Dios hace es con nosotros y es un mérito que nos podemos llevar. Si algo bueno nos sucede debemos decir: “Fue por el Señor y por mí también.” Eso no es soberbia y por eso hay que renunciar a la teología del auto desprecio.

Después de mucho tiempo entendí algo: muchas veces peleé con el Señor preguntándole: “¿Por qué la gente no cristiana triunfa?”, “¿Por qué tus hijos no gobiernan u ocupan lugares de privilegio?” Y descubrí que esa gente no tiene a Dios pero tiene fe en sí mismo y la fe mueve montañas. Y el Señor me dijo: “Si ellos lograron todo lo que se propusieron, cuánto más ustedes que creen en mí.”

Nuestro problema es que creemos en Dios pero no creemos en nosotros mismos. Debemos sacarnos la “falsa humildad” y autobendecirnos, pero no para llamar la atención, porque eso es señal de que no nos amamos.

La fe tiene dos vías: fe en Dios y fe en vos. Si soy un hijo de Dios, tengo Su imagen en mí. Una gota de agua tiene la misma naturaleza que el océano pero no es el océano; asimismo, yo soy imagen de Dios, pero no soy Dios, y tengo su misma naturaleza, porque Dios es espíritu, yo soy espíritu.

Hay que combatir la teoría del auto desprecio, que nos ha traído otros problemas. Por ejemplo, oímos frases tales como:

  • “Todo tiene un propósito”
  • “Yo no sirvo para nada.” Y por esta equivocación, no intervengo en nada.
  • “Hay que descubrir la voluntad de Dios.” “A mí me gustaría estudiar guitarra pero no sé que quiere Dios.” Y la gente se quedó traumatizada con “la voluntad de Dios”; porque todo lo di- rige Él y nosotros somos “títeres” que no sabemos qué queremos y no importa nuestros gustos ni nuestra pasión. ¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿Dónde escondió Dios su voluntad? En mi pasión, en lo que a mí me apasiona, está Su voluntad. David dijo: Deléitate en el Señor y Él concederá las peticiones de tu corazón.

Cuando preguntamos: ¿Señor, cuál es tu voluntad? Nos responde: “¿Qué es lo que a vos te gusta? Porque el que va a estudiar sos vos, el que se va a casar sos vos. Dios no te va a mandar a Guinea Ecuatorial de misionero si te gusta la música, porque música es la voluntad de Dios. Dios no tiene preferencia de vocación, Él usa a todos para su reino.

  • “Me tiene que dar paz, puertas abiertas.” “Si es la voluntad de Dios, se te va a dar.” ¡Otro error! Una persona dice: “Yo ya presenté el currículum, si es de Dios, que me llamen y si no me llaman, no es de Él.” Pero muchas veces Dios no te abre las puertas, sino que tenés que abrirlas vos.
  • “Si se murió, por algo será.” Hace poco se ahorcó un muchacho cristiano, hijo de un pastor, y en el velatorio decían: “Dios tiene un propósito con esto” ¡No! Dios no tiene propósito. Eso se dice porque “como no intervenimos en nada, Dios dirige todo” entonces “todo tiene un propósito”, pero no todo tiene un sentido. Que Dios lo cambiará para bien, es una promesa, pero ¿qué propósito puede tener que haya una violación, una muerte, una enfermedad, un cáncer o un accidente? Que le encontremos un sentido, es algo nuestro, pero inventamos todas esas estupideces: “Dios sabia que iba a sufrir mucho, por eso lo mató antes para que no sufra.”
  • “Hay que esperar los tiempos de Dios” o “No es el tiempo del Señor.” ¿Y cuándo va a ser? “El lo sabe.” Y debíamos resignarnos por no intervenir. ¿Pensamos alguna vez, para qué tenemos que orar si Dios lo sabe todo? Dios no hace nada sin que el hombre autorice Su intervención. La oración es autorizar a Dios a que intervenga, porque trabajamos en equipo. Dios no interviene sin la autorización del hombre porque hizo un equipo con él, para trabajar juntos. Cuando declaro: “Señor bendice mi casa,” estoy diciendo: “Te autorizo para que intervengas.” Y nos responde: “OK, estamos de acuerdo.”

Nosotros somos los que establecemos los tiempos de Dios, estamos en Su tiempo, el tiempo de la gracia y del avivamiento. Depende de vos. Muchos creen que Dios se lo dará en el futuro, pero nosotros lo estamos haciendo ahora. Todo depende de que lo arrebates.

  • “Dios obra así.” Ese es el gran error de la teología sistemática que es un invento humano; dice que Dios obra sistemáticamente, y Dios hace “lo que quiere”, “cuando quiere”, “como quiere”, “donde quiere”, “de la manera que quiere.”
  • “Me sana si Él quiere.” Y Dios quiere sanarte. Por ejemplo, ¿a cuántos les gustaría ver a sus hijos enfermos? Para Dios es igual, no quiere que estemos enfermos.

Por Bernardo Stamateas.

Lee 10 Teologías Legalistas 2

1
2
Artículo anteriorArtículos – 10 TEOLOGÍAS LEGALISTAS 2
Artículo siguienteArtículos – 21 PREGUNTAS QUE LOS PASTORES SE HACEN 3
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre