1. Cree lapsos amplios de tiempo

Sólo la concentración de todas sus energías en un conjunto limitado de metas puede agregar más poder a su vida (N. Qubein).

Piense continuamente en diferentes maneras de ahorrar, programar y consolidar amplios lapsos de tiempo. Utilícelos para trabajar en tareas importantes que tengan las consecuencias a largo plazo más importantes. Haga que cuente cada minuto. Trabaje constantemente y sin pausa, sin distracciones, planificando y preparando su trabajo por adelantado. Y sobre todo, manténgase centrado en los resultados más importantes que tiene encomendados.

  1. Desarrolle un sentido de urgencia

No espere; el tiempo nunca será el “más adecuado”. Empiece donde está y trabaje con las herramientas que tenga a disposición y hallará mejores herramientas a medida que avance (N. Hill).

Decida hoy mismo desarrollar un sentido de urgencia en todo lo que haga. Seleccione un área donde tenga tendencia a postergar y adopte la decisión de desarrollar el hábito de la acción rápida en esa área. Actúe de inmediato cuando vea una oportunidad o un problema. Cuando le encomienden una tarea o responsabilidad, hágala rápidamente e informe de ella con prontitud. Muévase con rapidez en todas las áreas importantes de su vida. Le sorprenderá lo bien que se siente y cuánto consigue terminar de hacer.

  1. Concéntrese resueltamente en lo que está haciendo

El secreto del verdadero poder radicar en lo siguiente: Aprenda con la práctica constante, a administrar sus recursos, y a concentrarlos, en todo momento en un punto dado (J. Allen).

¡Actúe! Decida hoy mismo seleccionar la tarea o proyecto más importante que pueda completar y después entréguese inmediatamente a ello. Una vez que ha empezado su tarea más importante, disciplínese para perseverar sin distracciones hasta que esté terminada en un 100 por ciento. Considere que esto es un “test” para determinar si es la clase de persona que puede adoptar una decisión para completar y concretar algo. Una vez que empiece, no se permita interrupciones hasta que el trabajo esté terminado.

CONCLUSIÓN: ATANDO CABOS

La clave de la felicidad, de la satisfacción, del gran éxito y de una maravillosa sensación de poder personal y de eficacia es desarrollar el hábito de tragarse su sapo como primera cosa todos los días cuando empiece a trabajar. Por fortuna ésta es una habilidad que puede adquirir mediante la repetición. Y cuando desarrolla el hábito de empezar su tarea más importante antes de cualquier otra cosa, el éxito está garantizado. He aquí un sumario de los veintiún grandes modos de acabar con la postergación de las decisiones y de terminar de hacer más cosas más rápidamente. Estudie estas reglas y principios regularmente hasta que se fijen firmemente en sus pensamientos y acciones.

  1. Ponga la mesa: Decida exactamente qué quiere. La claridad es esencial. Escriba sus objetivos y metas antes de empezar.
  2. Planifique cada día con antelación: Piense sobre papel. Cada minuto que ocupa en planificar puede ahorrarle cinco o diez minutos en la ejecución.
  3. Aplique a todo la regla del 80/20: El 20 por ciento de sus actividades vale el 80 por ciento de sus resultados. Concentre siempre sus esfuerzos en el 20 por ciento superior.
  4. Estudie las consecuencias: Sus tareas y prioridades más importantes son aquellas que pueden tener más serias consecuencias, positivas o negativas, en su vida y su trabajo. Concéntrese sobre todo en ellas.
  5. Practique continuamente el método ABCEDE: Antes de empezar a trabajar en una lista de tareas, concédase unos momentos para organizarlas según su valor y prioridad para que esté seguro de trabajar en sus actividades más importantes.
  6. Céntrese en áreas claves de resultados: Identifique y determine los resultados necesarios para hacer bien su trabajo, y trabaje todo el día en ellos.
  7. Obedezca la ley de la eficiencia obligada: Nunca hay tiempo suficiente para hacer todo, pero siempre hay tiempo bastante para hacer las cosas más importantes. ¿Cuáles son?
  8. Prepárese concienzudamente antes de empezar: La adecuada preparación previa evita el rendimiento pobre.
  9. Haga sus deberes: Mientras más sepa de sus tareas clave, con mayor prontitud las va a empezar y las terminará antes.
  10. Refuerce sus talentos especiales: Determine con exactitud qué hace muy bien o que podría hacer muy bien y entréguese de corazón a hacer esas cosas específicas muy pero que muy bien.
  11. Identifique sus obstáculos clave: Determine los atascos internos o externos que deciden la velocidad con que logra sus objetivos más importantes y concéntrese en aligerarlos.
  12. Ponga un ladrillo después de otro: Puede completar los trabajos mayores y más complicados sólo si lo hace paso a paso.
  13. Presiónese a sí mismo: Imagine que tiene que marcharse por un mes de la ciudad y trabaje como si tuviera que completar todas sus tareas importantes antes de marcharse.
  14. Optimice sus poderes personales: Identifique sus períodos diarios de mayor energía mental y física y estructure sus tareas más importantes y exigentes para realizarlas en esos períodos. Descanse lo suficiente para poder desempeñarse del mejor modo.
  15. Motívese para la acción: Sea su propio animador. Busque lo bueno en cada situación. Céntrese en la solución más que en el problema. Sea siempre optimista y constructivo.
  16. Practique la postergación creativa: Como no puede hacer todo, debe aprender a postergar deliberadamente aquellas tareas de bajo valor para así disponer de tiempo suficiente para hacer las pocas cosas que verdaderamente cuentan.
  17. Haga primero la tarea más difícil: Empiece cada día por la tarea más difícil, aquella que le puede aportar más a usted y a su trabajo, y persevere en ella hasta completarla.
  18. Divida la tarea: Divida las tareas grandes y complejas en segmentos y después haga una parte pequeña de la tarea.
  19. Créese lapsos amplios de tiempo: Organice sus días en torno de amplios lapsos de tiempo en que se pueda concentrar en sus tareas más importantes.
  20. Desarrolle un sentido de urgencia: Adquiera el hábito de avanzar rápido en sus tareas clave. Dese a conocer por ser una persona que hace las cosas bien y rápidamente.
  21. Concéntrese resueltamente en lo que está haciendo: Establezca prioridades claras, empiece de inmediato por la tarea más importante y después trabaje sin interrupciones hasta que el trabajo esté completo en un 100 por ciento. Esta es la verdadera clave del alto rendimiento y de la máxima productividad personal. Adopte la decisión de practicar estos principios cada día hasta que se conviertan en su segunda naturaleza. Con estos hábitos de administración personal como rasgos permanentes de su personalidad su futuro no tendrá límites. ¡Hágalo! ¡Tráguese ese sapo!

Por Brian Tracy

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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