La razón principal por la cual muchas personas no logran el éxito personal, profesional, familiar o financiero es porque no tienen metas claras.

No es por la falta de capital, recursos, conocimientos, apoyo u oportunidades. La mayoría de las personas simplemente no se han tomado el tiempo para determinar qué es lo que desean alcanzar, y sólo tienen una idea borrosa de ello.

De hecho, la Universidad de Yale, una de las mejores universidades de Estados Unidos, realizó una encuesta con los estudiantes que se graduaban cierto año.

Entre las preguntas que se formularon estaban las siguientes: ¿Tiene usted metas claramente definidas? ¿Las ha escrito en un papel? ¿Ha desarrollado un plan de acción para la realización de dichas metas?

Los resultados fueron alarmantes. Únicamente el 3% de los entrevistados tenía metas fijas y objetivos claramente definidos, los cuales habían escrito y examinaban con regularidad.

Sólo este pequeño porcentaje de estudiantes se había tomado el tiempo necesario para identificar sus sueños, escribirlos en un papel, describir por qué eran realmente importantes para ellos y asignarles una fecha específica para su logro.

Veinte años más tarde se realizó un segundo estudio de seguimiento con este mismo grupo de profesionales.

¿Qué descubrieron? Aquel 3% de las personas que habían escrito sus metas y definido claramente un plan de acción para alcanzarlas, tenían matrimonios más felices, mejores relaciones familiares y gozaban de mejor salud física y mental.

También encontraron que al poner juntos todos los bienes materiales y las riquezas de aquel grupo, el 97% de dicha fortuna se encontraba en manos de ese pequeño porcentaje que tenía metas claras. La lección es obvia: Metas borrosas producen resultados borrosos.

Necesitamos tener metas y objetivos claros antes de empezar. Tu éxito comienza con un lápiz, un papel y tu deseo de triunfar. De manera que si quieres incrementar tus posibilidades de triunfar, da los siguientes tres pasos:

  1. Identifica cuáles son tus metas, sueños y aspiraciones más importantes. Escribe las metas profesionales, familiares, empresariales, de salud y estado físico, espiritual y personal que deseas alcanzar. ¡Sé específico!
  2. Escoge las tres metas más importantes y desarrolla un plan de acción que te permita convertirlas en realidad. Identifica qué necesitas aprender para lograrlas, cuándo deseas verlas hechas realidad, con qué cuentas en este momento y quién te puede ayudar a alcanzarlas.
  3. Toma acción. Frente a cada una de las tres metas más importantes en las cuales vas a empezar a trabajar inmediatamente, escribe dos acciones que puedas llevar a cabo en las próximas 48 horas que te pondrán en camino hacia la realización de dicha meta. Recuerda que empezar es más de la mitad del camino.

Si das estos tres pasos te garantizo que será sólo cuestión de tiempo antes de que tus metas se hagan realidad. Haz esto y pronto nos veremos en la cumbre del éxito.

Por Camilo Cruz

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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