1. Tribunal

Una forma interesante de estudiar un tema controversial es por medio de una exposición discutida a través de un tribunal. Este tipo de técnica será de gran valor si sabemos utilizar bien los elementos de un tribunal: El juez, un abogado defensor, un fiscal y los jurados.

Este tipo de dinámica podrá ser utilizada para juzgar determinados personajes bíblicos. Un abogado hará la defensa del personaje y el fiscal levantará las acusaciones, todo basado en textos bíblicos y con argumentos teológicos.

Ejemplos:

  • El pecado de Adán
  • La desobediencia de Jonatán
  • La negación de Pedro, etc…

Pero este tipo de dinámica también podrá llamar bastante la atención de los alumnos cuando los temas tratados sean relevantes y actuales:

Ejemplos:

  • Bebida alcohólica
  • Divorcio
  • Aborto

En todos estos temas el juez deberá colocar el asunto a ser tratado a todos los alumnos. Si es el estudio de un caso específico, el propio acusado podrá ser representado por uno de los alumnos. Después de expuesto el caso se da la oportunidad para que el abogado haga la defensa del acusado, en 10 minutos máximo. El fiscal, también tiene el derecho a la réplica. Después de este momento se da tiempo igual para que el fiscal haga sus acusaciones y se da el mismo tiempo de réplica para el abogado.

Para que el juicio sea más interesante, tanto el abogado como el fiscal pueden traer algunas personas para que testifiquen con relación a aquel asunto.

Después del tiempo del juicio se da un tiempo para que los jurados conversen sobre el tema. Los jurados pueden ser todos los alumnos (lo que es mejor, pues así lleva a que todos participen) o algunos alumnos. Después de algún tiempo de discusión los alumnos presentan sus votos al juez, de preferencia cada uno con su voto por escrito. Después de esto el juez contará los votos y dará el veredicto con la sentencia de condenación o absolución del acusado.

Cuidado: Para que este tribunal tenga el efecto esperado, es muy importante que tanto el abogado como el fiscal estén muy bien preparados con sus tesis. Las tesis deben ser defendidas usando los argumentos bíblicos y raciocinios teológicos. Por eso ellos deben tener un buen tiempo de preparación para poder exponer sus ideas con mucha claridad y persuasión. Lo ideal es que el resultado del juicio sea basado en argumentos discutidos y no en el poder de persuasión del abogado o del fiscal.

Es muy importante el acompañamiento del maestro en esta preparación, ayudándolos en la selección de los textos bíblicos específicos que darán buen sustento en la exposición de los argumentos de los alumnos. Debe haber, como mínimo, una semana para esta preparación.

Dificultades:

Uno de los problemas en este tipo de dinámica es que la gran mayoría de los alumnos se vuelven oyentes la mayor parte del tiempo. Por eso es muy importante el involucramiento de ellos como jurados.

Otra dificultad es que si uno de aquellos que están al frente del tribunal no sabe argumentar bien, podrá dañar toda la dinámica. Por eso es de fundamental importancia el cómo se escogen aquellos que estarán participando más activamente.

Otro problema serio en este tipo de dinámica es si los alumnos, convencidos por la buena argumentación del abogado o fiscal, dan una sentencia contraria a la enseñanza específica del maestro sobre aquel asunto. Por eso es muy importante la participación final del maestro aclarando dificultades y dando su veredicto particular. 

  1. Mesa Redonda

Este es el tipo de dinámica ideal para un salón de clase que tenga pocos alumnos (variando de 10 a máximo 15 alumnos). El maestro propone un tema controversial para discusión en una próxima clase y pide a los alumnos que se preparen adecuadamente para esta mesa redonda. Los alumnos deberán investigar sobre el asunto propuesto por el maestro y deben traer el contenido de la investigación y las conclusiones para que sean discutidas en clase.

Los temas útiles para este tipo de dinámica son los mismos ejemplificados en el Foro, en el Tribunal o en el Panel de Debates.

El maestro deberá formar un círculo con las sillas para que los alumnos puedan estar todos uno frente al otro.

El maestro expone nuevamente el tema a ser discutido a los alumnos y en este momento él debe presentar algunos problemas, controversias o cuestionamientos con relación a aquel asunto específico, que justifiquen aquella mesa redonda.

A continuación deja el asunto para ser discutido por los alumnos. Cualquier alumno puede levantar la mano pidiendo su turno para discutir el tema. El maestro va anotando el orden que debe ser seguido para que los alumnos puedan exponer sus opiniones.

El maestro debe estipular el tiempo que cada alumno tendrá para dar su opinión y exponer sus argumentos.

La mesa redonda durará hasta que todos hayan expuesto su opinión y argumentos.

Si el maestro nota que los argumentos presentados no son suficientes para el tema en debate, deberá plantear algunos cuestionamientos para que los alumnos continúen dando sus opiniones y posiciones.

Cuidados:

Un peligro muy grande en este tipo de dinámica es que los alumnos pueden exponer sus ideas basados apenas en lo que ellos creen sobre aquel asunto, sin ninguna base bíblica o teológica. Por eso el maestro debe estar siempre atento a los argumentos de los alumnos, pidiendo que siempre den alguna base bíblica para aquello que están exponiendo.

Otra dificultad es con relación al involucramiento y participación de los alumnos. Siempre habrá dos o tres que dominarán el debate. El maestro deberá controlar la participación de estos para que pueda haber una participación más uniforme. Por otro lado, deberá estimular la participación de aquellos alumnos que se mantienen al margen de la participación y difícilmente dan su opinión.

Finalización:

La participación del maestro al final de la mesa redonda es de fundamental importancia, pues él tendrá que “cerrar” el asunto, considerando todo lo que fue expuesto y discutido por los alumnos. Al terminar la mesa redonda, él dará su posición basándose en lo que fue discutido y en sus consideraciones personales, teniendo como base textos de la Palabra de Dios. 

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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