Maestros de Niños – El Niño y la Escuela 2

 

Continuemos.

El maestro cristiano necesita dar lugar para que el niño exprese sus dudas y su desilusión por este tipo de choques, y no sentirse juzgado por verbalizar el conflicto que estos valores le producen en el colegio. El niño que trata de vivir de otra manera, es decir, con valores cristianos, pone en juego sus amistades y se expone a la incomprensión y la burla.

El maestro debe enfatizar que los cristianos podemos aceptar esto, porque tenemos la presencia del Señor con nosotros para darnos fuerza ante la oposición.

 

3. Temor al Fracaso.

Muchos niños viven bajo una presión terrible frente a los desafíos intelectuales que establece el colegio, sintiéndose amenazados continuamente por no creerse capaces de un rendimiento aceptable. A veces se intensifica su temor por el trato que reciben de una maes­tra «gritona» y por las amenazas que ella lanza, aunque nunca las cumpla. La tensión que este temor produce en el niño puede tener efectos físicos (dolor de estómago o cabeza) y emocionales (dificultad para concentrarse o dormirse de noche, etc.).

Es otro problema lo vivido por el niño de la familia en donde los padres son prácticamente analfabetos e incapa­ces de dar al hijo un apoyo adecuado. Hay casos en donde los padres se sienten inseguros frente a los logros escolares de sus hijos y comienzan a presionarlos de otras maneras, burlándose de sus logros o hasta haciéndoles sentirse avergonzados por lo que están apren­diendo.

Otros niños viven el inverso de esta situación, creyendo que toda la aprobación de sus padres, su aceptación en la familia y hasta el mismo amor que reciben depende de un buen rendimiento en el colegio, ¿cómo no va a temer al fracaso?

 

4. Problemas de Socialización.

Para muchos niños, el colegio representa situaciones sociales bastante complicadas. Está tratando de insertarse en un mundo, donde los códigos de convivencia son muy diferentes de los que representa su hogar cristiano o su iglesia. Quizá en el entorno familiar, por ejem­plo, se le ha enseñado que no deben pelearse con sus hermanos. Pero en los recreos del colegio aprenden muy pronto que los niños agresivos y peleadores son los que tienen poder sobre los demás.

Quizá en su hogar aprendieron a no usar malas palabras ni frases groseras. Pero encuentran entre sus compañeros de colegio que esas palabras y frases forman parte normal del vocabulario de la mayoría. Muchos niños pequeños son aterrorizados por alum­nos de los grados superiores con amenazas de ataques físicos. Una niña de segundo grado llevaba diariamente unas monedas para comprar golosinas en los recreos. Fue robada todos los días por un niño de quinto grado hasta que por fin alguien se enteró de lo que pasaba e intervino para hacer justicia. La niña ni siquiera había admitido esto a los padres.

Circuns­tancias como éstas vividas por los niños en el colegio le crean enorme confusión y ansiedad. La situación se agudiza porque el niño siente como prioridad ser aceptado y encontrar amis­tades en ese nuevo mundo en donde vive la mayor parte de su día.

Si no tiene acceso a alguien que lo pueda ayudar a encontrar nuevos parámetros de relaciones interpersonales y brindarle una orientación clara en medio de ese mundo tan confuso, es probable que adopte una especie de vida doble: lo que se vive en el colegio y lo que se vive en la casa. Ese hábito luego será difícil de modificar.

Muchos padres no ofrecen un apoyo emocional a sus hijos, porque no los escuchan cuando tratan de compartir su confusión en estas áreas. En casos así, un maestro involucrado en la vida de sus alumnos puede darle la dimensión de apoyo tan necesario.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Más Que Maestros”

Por Betty S. de Constance

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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