Maestros de Niños – El Niño y su Familia 4

 

Continuemos.

5. Utilizar el Juego de Títeres de Dedo.

Los títeres de dedo se pueden usar de muchas maneras. Como actividad introductora, el niño puede seleccionar títeres que representan todos los miembros de su familia que viven con él. Luego el maestro puede dialogar con él sobre distintos aspectos de las relaciones en la familia. Puede usar preguntas como éstas:

¿Quiénes se llevan mejor en tu familia? Coló­calos juntos.

¿Quiénes tienen conflictos cuando están juntos? ¿Cómo te hace sentir eso?

¿Quieres mostrarme tus sentimientos con las caritas? ¿Tú tienes algo que ver con esos conflictos?

¿Puedes pensar en algo que puedes hacer para no involucrarte en eso?

¿Hay alguien que no está viviendo con ustedes ahora y que tú extrañas? ¿Hay alguien nuevo en tu familia?

Muéstrame con los títeres cómo cambiaron las cosas para ti después de la llegada de tu hermanito (o de la persona nueva). Muéstrame cómo está la familia en los momentos cuando la estás pasando bien con ellos. ¿Cuándo es eso? Si pudieras cambiar algo en tu familia, ¿qué sería?

 

6. Dibujar.

En un encuentro pastoral con el niño conviene tener siempre a mano papel para dibujar y colores. El doctor Roberto Coles, uno de los psiquiatras de niños más famosos en los Estados Unidos, lleva siempre consigo a donde vaya papel y colores. Entabla conversacio­nes con niños en cualquier lugar usando solamente esos elementos. Cuando viaja a otros países, donde hay otra cultura y la barrera del idioma, usa papel y colores para «conversar» con el niño.

El dibujo le da al maestro un medio para conversar. Puede orientar al niño en cuanto a su dibujo con alguna sugerencia así: Yo vi que tu no encontraste en las láminas una que muestra exactamente lo que tú estás viviendo. ¿Quieres dibujarme tu propia lámina?.

O, sobre la base de la actividad con títeres, preguntar: ¿Quieres hacerme un dibujo de algo que puedes hacer para que tu familia sea más feliz? Yo voy a hacer un dibujo de eso también. Cuando terminamos, podemos explicar al otro lo que hemos dibujado.

 

7. Planear Pasos Concretos Para Lograr Cambios.

Generalmente, en un encuentro pastoral, el maestro puede detectar algo específico que representa el problema mayor para el niño con su familia. No tiene necesidad de indagar más de lo que el niño quiere compartir. Por el momento, lo expresado por el niño es lo importante. Es probable que el niño haya identificado alguna emoción o conducta suya con que se puede trabajar.

El maestro puede decir algo así: Cuando uno ha podido nombrar la emoción que siente en medio de alguna situación familiar, el próximo paso es decidir qué se puede hacer para resolver esa emoción. Por ejemplo, si sientes miedo porque ves que tu mamá está enferma y crees que algo le puede pasar, ¿qué puedes hacer para calmar ese miedo?

El maestro y el niño piensan juntos en posibles soluciones. Pueden ser cosas como ha­blar con los padres u otro adulto en la familia explicando que siente mucho miedo y que quiere saber qué le está pasando a la madre. Puede ser escribirle una nota a la mamá admi­tiendo el temor que siente y pidiendo que le explique lo que está pasando. Juntos, el maestro y el alumno, deciden cuál es la mejor solución. Si es alguna conducta que se puede ir modificando a través de esfuerzos diarios, el maestro puede sugerir «La Solución del Semá­foro» para que el niño haga un control diario de los cambios en su conducta.

Este paso de fijar alternativas es sumamente importante en el encuentro pastoral, porque le permite al alumno adquirir una sensación de control sobre la situación problemática que está viviendo. No necesariamente se va a solucionar el problema, por supuesto. Pero la ayuda que el niño percibe es que un adulto le ha dado validez a sus problemas, lo ha escu­chado y está del lado de él para buscar soluciones. Esto en sí representa un alivio enorme para el niño sobrecargado, y se va del encuentro con la sensación de haber sido ayudado. Le da esperanza frente a su situación.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Más Que Maestros”

Por Betty S. de Constance

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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