Sanidad Interior a Niños – Introducción a la Sanidad Interior 1

 

 

El Fundamento Bíblico de la Sanidad Interior A Niños

1. Pasajes claves: Marcos 9:14-29; Mateo 17:14-21 y21 y Lucas 9:37-43.

Algunas consideraciones en cuanto al texto.

 

El padre está presente, y le pide al Señor que tenga mi­sericordia de su hijo (San Mateo 17:15).

La autoridad espiritual sobre los hijos la tienen los padres. La vida espiritual de los niños es responsabilidad de sus padres, quienes deben velar por ellos. Muchas veces se cree que el cuidado espiritual de los niños es tarea de la iglesia, de los pastores, de los maestros, y se delega en «otros» una respon­sabilidad intransferible. Así como los padres proveen del cuidado material de sus hijos, en cuanto a vestimenta, ali­mentos, atención médica, educación, etc., deben, también asistirlos en, lo que respecta a sus necesidades espirituales.

 

El padre se arrodilla ante Jesús, e intercede por su hijo (San Mateo 17:14).

Las rodillas en tierra simbolizan una actitud de humillación y una actitud de intercesión. La intercesión implica rogar por otro para alcanzar una gracia o librarles del mal. Nadie va a interceder por tu hijo si no lo haces tú. Este texto revela que Jesús va a responder toda intercesión de un padre por su hijo.

¿Amas a tu hijo? Ora por él…

¿Deseas un futuro de bendición para tu hijo? Intercede día a día por su vida…

 

Los discípulos no pudieron ayudar a Jesús por su poca fe (San Mateo 1 7:20).

Dentro del Reino de Dios, lo decisivo no es la capacidad in­telectual que tu tengas, ni tus aptitudes y conocimientos, que sin duda serán usados por Dios si los pones bajo su gobierno. Lo esencial para servir en el Reino es que seas una persona de «Fe».

¿Qué significa esto? Esen­cialmente, haber aprendido que la vida es más que lo que el ojo percibe y que lo que la mente puede comprender.

Max Lucado dice acerca de la fe: «Los ojos ven al león que acecha, la fe ve al ángel que salvó a Daniel del foso. Los ojos ven tormentas, la fe ve el arco iris de Noé. Tus ojos ven tus fallas, tu fe ve al Salvador. Tus ojos ven tu culpa, tu fe ve la sangre de Cristo. Tus ojos ven la tumba, tu fe ve una ciudad en la cual Dios te está esperando».

Hoy tus ojos pueden estar viendo a un niño herido, oprimi­do, con problemas, pero tu fe te hará ver en él a una persona libre, sana y transformada por la misericordia y la gracia de Dios.

 

«Este género no sale sin oración y ayuno».

Es imprescindible que quienes ministren estén en una íntima comunión con el Señor. Los grandes hombres de Dios fueron hombres de oración. Jesús mismo enseñó con su ejemplo de vida la importancia de la oración y el ayuno.

El creyente debe disponer su vida para estar más cerca del corazón de Dios. La oración y el ayuno son recursos espiri­tuales que deben ejercitarse para ver frutos y resultados en el ministerio. Es difícil pensar en un ministerio poderoso sin una 20   íntima relación con Dios por medio del ayuno y la oración.

Jesús reprendió al espíritu inmundo y lo llamó por su nombre: «espíritu mudo y sordo, yo te mando sal de él y no entres más en él». (San Marcos 9:25) (San Lucas 9:42)

Que importante es este pasaje para aplicarlo a los tiempos que vivimos. Hoy, en el ámbito cristiano, hay distintas pos­turas en cuanto al tema del diablo y los demonios.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro «Dejadlos Venir a Mi»

Por Daniel Bravo

Lee Introducción a la Sanidad Interior 2

Lee Introducción a la Sanidad Interior 3

Artículo anteriorEscuela Dominical – INTRODUCCIÓN A LA SANIDAD INTERIOR 2
Artículo siguienteDevocional – ANULANDO EL RUIDO MOLESTO

2 Comentarios

    • Hola Alexis. ¡¡Bienvenido!! Mira, yo no dispongo de material como el que necesitas, pero si llego a saber de algo con gusto te lo envío.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre