Enseñanza Aprendizaje – Pasos de un Plan de Clases: La Evaluación del Proceso de Enseñanza Aprendizaje 1

 

 

¿Por Qué Evaluar?

Una experiencia muy valiosa en usted, como en su alumno, será el momento de hacer la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Esencialmente entendemos por evaluación: La actividad del maestro y de los alumnos que permite verificar los resultados del esfuerzo realizado durante el proceso de aprendizaje. Esta actividad debe ser un proceso constante.

La evaluación ayuda al maestro a medir los resultados de todo lo que él ha hecho durante la clase. También, ayuda al alumno a reflexionar sobre su propia condición y asumir la responsabilidad de sí mismo. Es decir, eleva el espíritu de responsabilidad personal y es un constante aliciente para poseer una mentalidad saludable y clara.

Piense también en la evaluación como la experiencia que ayudará a su alumno a tomar conciencia de un conjunto de valores, los cuales podrán traducirse en normas de comportamiento. Es decir, que nos estamos valiendo de la evaluación para sentar bases éticas, morales y espirituales, sobre las cuales el educando podrá tomar decisiones importantes para su vida.

Use actividades que: “Guíen a los alumnos a demostrar los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje exigidos en la meta del estudio». Esto permitirá verificar la efectividad de los métodos que ha empleado y las enseñanzas que han hecho mayor efecto en sus alumnos. A la vez, se asegura de que los alumnos hayan captado adecuadamente el corazón de la enseñanza.

La evaluación es tan importante para los alumnos como para el maestro. Ayuda a los alumnos en dos dimensiones. Por una parte, les dice lo que han aprendido, y por la otra, lo que no han aprendido. Este hecho, que parece tan sencillo, resulta en que:

1. Los alumnos canalicen sus esfuerzos de aprendizaje en la dirección correcta hacia la meta.

2. Y les provee una poderosa motivación para aprender.

 

Aquí hay dos Principios Básicos de la Evaluación:

A. Canalizar los esfuerzos del aprendizaje en la dirección correcta.

B. Proveer una poderosa motivación para el aprendizaje.

Ahora bien, la evaluación del aprendizaje no es necesariamente un procedimiento tan formal como lo que la escuela tradicional ha elaborado: dar una prueba o examen y después las tarjetas de calificación. Evidentemente, esto no sería funcional en el estudio de la Biblia. La evaluación del aprendizaje es más bien un proceso continuo que marcha simultáneamente con el desarrollo de la enseñanza.

La evaluación es una actividad de cualquier tipo que el alumno realiza para dar evidencia o demostrar que ha alcanzado la meta de aprendizaje propuesta.

Esto nos hace nuevamente considerar nuestra meta. Si su meta de aprendizaje debía provocar cambios en el área del conocimiento, (o en la de las actividades o destrezas), su actividad de evaluación debe medir y verificar exactamente esa misma área.

Por ejemplo: Durante una Unidad de Estudio (cuatro clases) usted debía proponerse que: «El alumno podrá demostrar su conocimiento de los eventos en la historia de Israel y la cronología de los mismos por medio de relacionar eventos y las fechas correspondientes».

Usted tenía la meta en el área del conocimiento y éste se debía reflejar en conocer eventos y fechas. Por 4 clases, guió a los alumnos a realizar actividades que los condujeran a conocer esos eventos. Bien, al final de la Unidad usted desea «evaluar» en qué medida se logró la meta.

Una manera sencilla de expresar esta actividad de evaluación podría ser: «Relacionen, por medio de una línea los 10 eventos dados en la historia de Israel con sus correspondientes fechas».

La lista de los 10 eventos y sus fechas se podrían anotar en dos columnas (en desorden) sobre el pizarrón, o en una hoja de papel, o en tiras pequeñas de papel dentro de un sobre. Podría ser que un alumno represente una fecha y otro un evento y que los pares se localicen entre sí.

 

Al Evaluar, hay dos Principios Fundamentales que deben tenerse siempre presentes:

1. Que la Actividad de Evaluación pida el mismo Contenido que Presenta la Meta de Aprendizaje.

Un evento en la historia de Israel fue el llamamiento de Abraham que se ubica aproximadamente por el año 1800 antes de Cristo. Este es el contenido que deberá esperarse que el alumno señale. Pero sería un error de evaluación si usted le formula una pregunta como ésta “¿Cómo era la ciudad de Ur de la cual Dios llamó a Abraham?”

 

2. Que el Ítem de Evaluación exija el mismo Nivel de Aprendizaje.

En otras palabras, la evaluación debe exigir una forma de respuesta igual o muy similar a la exigida en el área y nivel de aprendizaje. Por ejemplo: Si usted tuviera esta meta: «El alumno podrá escribir de memoria los Diez Mandamientos como aparecen en Éxodo 20». Su prueba de evaluación debería expresarse más o menos así: «De la lista de mandamientos dados, subraye los diez que aparecen en Éxodo 20». (Su lista podrá ser de 12 ó 15 mandamientos).

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Ideas Prácticas Para Maestros y Obreros”

Por Autores Varios

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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