Clásicos Cristianos – Restauración de las Relaciones Entre Dios y la Criatura 2

 

Continuemos.

Comencemos, pues, con Dios. Detrás de todo, por encima de todo, y antes de todo, está Dios. Primero, en orden de secuencia; por encima, en orden de rango y condición; antes que todo, en dignidad y honor. Siendo el único que existe por sí mismo, él ha dado origen y existencia a todo, y todas las cosas existen por él y para él. «Señor, digno eres de recibir gloria, y honra, y virtud, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron criadas» (Apocalipsis 4:11).

Toda alma pertenece a Dios y existe para complacerle a él. Siendo Dios quien es, y siendo nosotros quienes somos, la única relación que debe existir es de completo señorío por parte de él y de completa sumisión por parte de nosotros. Nosotros le debemos a él todo el honor de que somos capaces de darle. Darle algo menos es causa de nuestra desdicha.

La búsqueda de Dios debe incluir el afán de darle a él todo lo que somos. Y esto no solo judicialmente, sino real y positivamente. No me estoy refiriendo aquí al acto de justificación por la fe mediante Cristo. Estoy hablando de una voluntaria exaltación de Dios a su legítimo estrado sobre nosotros, y el deseo de someter nuestro ser entero al culto y adoración que corresponde a la criatura dar al creador.

No bien hacemos la decisión de exaltar a Dios por encima de todo, nos apartamos de la procesión del mundo. Nos damos cuenta que estamos en desacuerdo con el mundo, y ese desacuerdo se hará más evidente a medida que avancemos en el camino de la santidad. Veremos las cosas desde un nuevo punto de vista, una nueva psicología se formará dentro de nosotros; un nuevo poder vendrá a nuestras vidas.

Nuestro rompimiento con el mundo será el resultado directo de nuestra nueva relación con Dios. Porque el mundo de los hombres caídos no da honra a Dios. Millones hay sí, que se llaman a si mismos cristianos, y pagan algún respeto a su Nombre, pero una simple prueba demostrará cuan poco El es honrado entre ellos. Pregunte a cualquier cristiano nominal quién es el que predomina en su vida. Pídale que haga una elección entre Dios y el dinero, entre Dios y los hombres, entre Dios y sus ambiciones personales, entre Dios y el yo humano, entre Dios y el amor humano, y Dios siempre tomará el segundo lugar.

Todas esas otras cosas serán exaltadas por encima. No importa lo que el hombre diga, la prueba de su elección se verifica día tras día. «Seas tú exaltado», es el lenguaje de la vida espiritual victoriosa. Es la llavecita que abre la puerta de los tesoros de la gracia. Es el punto central de la vida de Dios en el alma. Dejad que el que busca a Dios pueda decir continuamente con la vida y con los labios, «Seas tú exaltado», y habrá dado con la solución de mil de sus problemas. Su vida cristiana dejará de ser la cosa complicada que era antes, y vendrá a ser la misma esencia de la simplicidad. Por el ejercicio de su voluntad habrá marcado el curso que desea seguir, y lo seguirá como si fuera guiado por un piloto automático.

Si por algún momento un viento contrario llegara a apartarlo de la ruta, no tardará en volver al buen rumbo por una inclinación secreta de su alma. Los impulsos internos del Espíritu luchan a su favor y «las estrellas en sus cursos» pelean por él. En su alma está resuelto el problema de su vida, y todos los demás se resuelven por el mismo camino.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “La Búsqueda de Dios”

Por A. W. Tozer

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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