Devocional Diario – Actitud, Éxito y Fracaso

 

Casi siempre nuestra actitud es la única diferencia que hay entre el éxito y el fracaso.

Los más grandes logros de la historia han sido alcanzados por hombres que apenas superaron en excelencia a los demás en sus respectivos campos.

Esto es lo que se llama el principio del margen ligero. Muchas veces esa ligera diferencia es la actitud. La ex primer ministro israelí Golda Meir enfatizó esta verdad en una de sus entrevistas. Dijo: «Todo mi país tiene su espíritu. No tenemos dólares petroleros. No tenemos minas ni grandes riquezas en el subsuelo. No tenemos el apoyo de la opinión pública mundial que nos vea favorablemente. Todo lo que Israel tiene es el espíritu de su pueblo. Y si el pueblo pierde su espíritu, ni siquiera los Estados Unidos podrán salvarnos».

Esta gran señora quería decir:

Recursos – Actitud correcta = Derrota

Actitud correcta – Recursos = Victoria

A continuación he hecho una lista de recursos que capacitan a una persona para alcanzar el éxito. Lea esto cuando sienta que está perdiendo ese ligero margen.

  • Salud
  • Experiencia
  • Concesiones
  • Amigo
  • Familia
  • Aptitud
  • Dinero
  • Actitud
  • Metas

Ciertamente la aptitud es importante para nuestro éxito en la vida. Sin embargo, el éxito o el fracaso en cualquier empresa es causado más por la actitud mental que por simples capacidades. Recuerdo las veces que Margaret, mi esposa, volvía a casa, luego de enseñar en su escuela, frustrada por el moderno énfasis de la educación en la aptitud antes que la actitud. Ella quería que a los niños se les hiciera la prueba del C.A. (cociente de actitud) en vez del C.I. (cociente de inteligencia). Se refería a niños cuyo cociente de inteligencia era alto pero su rendimiento bajo. Había otros cuyo cociente de inteligencia era bajo pero su rendimiento era alto.

Como padre, quisiera que mis hijos tuvieran excelentes mentes y destacadas actitudes. Pero si tuviera que decidir, escogería sin vacilación las actitudes destacadas.

Hay poca diferencia entre las personas, pero esa poca diferencia es lo realmente importante. Esa poca diferencia es la actitud. La gran diferencia es si esta es positiva o negativa. Este principio es muy bien ilustrado por la historia de una joven esposa del este de los Estados Unidos que, durante la guerra, siguió a su esposo hasta un campamento militar cerca del desierto de California.

Las condiciones de vida eran primitivas y, por eso, su esposo se había opuesto a que lo siguiera, pero ella quería estar con él. El único alojamiento que encontraron fue una choza medio derruida, cerca de una aldea india. El calor era insoportable durante el día, 45 grados a la sombra. El viento soplaba constantemente esparciendo polvo y arena sobre todas las cosas. Los días eran largos y aburridores. Sus únicos vecinos eran indios, ninguno de los cuales hablaba inglés.

Cuando a su esposo le ordenaron adentrarse en el desierto para dos semanas de maniobras, la soledad y las miserables condiciones de vida acabaron por derrotar a la esposa. Enseguida escribió a su madre diciéndole que volvía a casa. No podía soportar más esa situación.

A los pocos días recibió una respuesta de su madre que incluía estas dos líneas: «Dos hombres miraban a través de los barrotes de la misma cárcel; el uno vio lodo, el otro vio estrellas». La mujer leyó estas líneas una y otra vez y se sintió avergonzada de sí misma. En realidad, no quería abandonar a su esposo. Muy bien, pensó, miraré las estrellas.

En los siguientes días se propuso hacer amistad con los indios pidiéndoles que le enseñaran a tejer y a hacer cerámica. Al principio eran recelosos, pero pronto, cuando vieron su genuino interés, le brindaron su amistad. Se familiarizó con su cultura e historia, en realidad con todo lo relacionado con ellos. A medida que estudiaba el desierto, este cambiaba de un lugar desolado a uno de belleza.

Pidió que su madre le enviara libros. Estudió las formas de los cactos, las yucas y los árboles «Joshua». Coleccionó conchas marinas que habían quedado entre las arenas cuando estas habían sido el suelo del océano. Con el tiempo llegó a ser tan experta en esa área que escribió un libro sobre ella.

¿Qué había cambiado? No el desierto; no los indios. Había cambiado su actitud y eso había transformado una experiencia miserable en una altamente gratificante.

Aplicación de actitud:

Hay muy poca diferencia entre las personas, pero esa pequeña diferencia produce una gran diferencia. Esa diferencia es la actitud. Piense en algo que desee. ¿Qué actitud necesitará para lograrlo?

Extracto del libro “Actitud de Vencedor”

Por John C. Maxwell

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4 Comentarios

  1. Hola Carlos. ¡¡Bienvenido!!! ¡Qué bueno lo que hacés! Sí, podés compartir estas reflexiones mencionando a sus respectivos autores y a devocionaldiario.org (como fuente de las reflexiones). Éxito en tu ministerio radial!!!

  2. muy edificante son estas reflexiones para mi son de gran bendiciòn, tengo un programa de radio, me agradaria poder compartir en alguna oportunidad estas reflexiones, con su debido permiso. El Señor siga bendiciendolos en gran manera.

  3. Hola Maynor. ¡¡Bienvenido!! Nos alegra saber que los devocionales que subimos están siendo de tanta bendición en tantas vidas. ¡¡Gracias a vos por compartir y por tus palabras de aliento!!! Éxito en todo lo que emprendas.

  4. Hola Hermanos Dios les bendiga. Quiero contarles que ha sido de mucha bendicion para mi estos devocionales y no solo para mi sino con todos con quienes los he compartido. Dios les bendiga y sigan adelante.

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