Devocionales Cristianos – Desarrollando Tu Don 1
Pasaje clave: 2º Timoteo 1:6.
Aunque el don está dentro de nosotros, nosotros tenemos la responsabilidad de desarrollarlo. El apóstol Pablo le escribió a Timoteo, diciendo, «Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos» (2º Timoteo 1:6).
En la Versión Popular, el versículo también se traduce, diciendo, «que avives el don de Dios». El don o el talento no es algo que aprendemos. Es algo que Dios nos da. Es algo que necesitamos descubrir y desarrollar o avivar. Nadie más puede activar tu don por ti. Tú tienes que hacerlo por ti mismo.
Tú desarrollas o activas tu don por medio de desarrollarlo, refinado, mejorarlo y por medio de usarlo. Aquí es donde entra la educación. La educación no puede darte tu don, pero puede ayudarte a desarrollarlo para que pueda ser usado al máximo.
Proverbios 17:8 dice8 dice: «Talismán es el soborno a los ojos de su dueño; dondequiera que se vuelva, prospera». En otras palabras, un don es como una piedra preciosa para quien lo posee, y cada vez que lo usa y desarrolla, se convierte en prosperidad. Si tú usas tu don, te hará prosperar. Mucha gente trabaja por el dinero. Esa es una razón muy inferior para trabajar. Debemos trabajar para la visión que hay dentro de nosotros.
Más aun, tú no tienes que imitar los dones de otros. Tú tienes que desarrollar tu propio don. Desafortunadamente, mucha gente se siente celosa de los dones de otras personas. Déjame animarte para que no desperdicies tu tiempo en los celos. Los celos son sólo ladrones de los dones. Es una fuga de energía que siempre va a apagar la pasión que hay en ti. Tú deberías estar tan ocupado desarrollando tu propio don que tú no puedas tener tiempo para estar celoso de nadie más, y que tampoco puedas tener tiempo para sentir lástima por ti mismo.
Una vez yo leí un artículo sobre Louis Armstrong, el artista de jazz, quien en una ocasión solicitó la oportunidad para ir a la escuela de música cuando él era joven. El día de su audición, le dieron las escalas musicales para que las cantara, pero él sólo pudo cantar las primeras dos notas en forma apropiada, y le dijeron que él no tenía lo que se necesitaba para ser un buen músico. La historia dice que al principio él se puso a llorar porque había sido rechazado del programa musical, pero que después, él les dijo a sus amigos, «Yo sé que hay un músico dentro de mí, y ellos no lo pueden impedir». El, eventualmente, se convirtió en uno de los más exitosos y admirados músicos de jazz. El vendió más discos e hizo más dinero que muchos otros quienes tenían más talento para cantar. Y ahora, él ha marcado para siempre la historia de la música.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Los Principios y el Poder de la Visión”
Por Myles Munroe