Devocional – Alegrando el Corazón del Padre
Pasaje clave: Lucas 15:11-32.
¿Que cosas alegran el corazón de Dios y que cosas le preocupan?
A Dios le preocupa lo que se ha perdido. Este capítulo habla de 3 cosas perdidas: La oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido. Pero quedémonos con el hijo, o mejor dicho, con los dos hijos.
Lo que Alegra al Padre
1. El retorno del hijo.
El volver es un proceso. ¿Como es el proceso de volver?
A. Hay que volver en si. (vs.17) El estaba fuera de si.
B. Hay que arrepentirse. Reconocer mis errores, no pensar en el otro (vs.18).
C. Hay que tener una actitud de humildad (vs.19).
D. Hay que tomar una decisión (vs.18).
2. Restaurar al hijo.
Al Padre le alegra ver a los hijos totalmente restaurados.
A. Corrió. Dios es nuestro socorro. Él corre a nuestro grito. El Padre no evito que se fuera, pero siempre esperó que volviera. Dios no se cansa de esperar a sus hijos. Son suyos le pertenecen.
B. Lo besó. Que cuadro tan maravilloso, cerró toda herida. El deseo de Dios por expresar su amor. El amor de Dios lo hace practico envía a su hijo.
C. Nuevo vestido. Las ropas sucias, suciedad de cerdos de chiquero.
D. Puso su anillo. El no sería siervo, sería HIJO. El anillo es sinónimo de autoridad. No puede haber anillo si no hay ropas nuevas. Seguramente había perdido el anillo por algún lugar al alejarse del Padre.
E. Calzado. Había perdido el propósito. La dirección es restaurada. Nos aligera el caminar
F. Sacrifica al becerro mas gordo (vs.23). No puede haber verdadera fiesta si el becerro no muere. Jesús murió para que vivamos en la fiesta.
3. Que haya fiesta en la casa.
No perder el gozo de haberle conocido. La oración de David “no me quites el Gozo de la salvación”. Vivir la vida con la alegría de Dios.
Lo que le Preocupa al Padre
1. Que el Hijo se aleje del Padre.
2. Que no entienda las consecuencias de alejarse. El que se aleja del Padre termina con cerdos.
3. Los hijos que están en la casa. (vs.25-32) ¿Cual era el problema con el hijo mayor?
El hijo no entendía el corazón del Padre. El corazón del padre no descansa hasta que el hijo está en la casa. Solo hay verdadera fiesta en la casa cuando el hijo regresa.
Pero, ¿qué sucede con el hijo mayor? No podía entrar a la Fiesta. No quería entrar a la Fiesta. No podía entender la alegría del Padre, porque no conocía el corazón del Padre. Él no conocía al Padre (vs.29-31). Él no se había dado cuenta de que era hijo. Había vivido toda su vida como un siervo. había vivido en la casa, pero como un amargado. Estaba en la casa, pero su corazón estaba lejos del Padre.
El hijo mayor era demasiado egoísta. El egoísmo muchas veces se manifiesta como enojo (vs.28).
Lo opuesto al amor no es el odio, sino el egoísmo, la indiferencia. Los que están en la casa preparan el ambiente para recibir al prodigo que va a venir. El hijo mayor había vivido para ganarse el amor de Dios sin saber que era incondicional. Había vivido como siervo y no como hijo.
¿Y tú cómo estás viviendo en la casa del Padre: cómo siervo o como hijo?
Por Osvaldo Carnival
