Devocional – ¿Qué Frutos Estoy Dando? 3
Pasaje clave: Juan 15:1-17.
Dijimos en los devocionales anteriores que:
1. Fui creado para llevar mucho fruto.
2. Dios intervendrá en mi vida por que Su Gloria está en juego.
Veamos hoy, el último punto:
3. Mi responsabilidad fundamental es “permanecer”
Y llega la esencia del pasaje. No se nos llama a hacer, se nos llama a estar con él, a permanecer. Es un mandato insistente. Jesús repite el verbo “Permanecer” diez veces. Quiere que estemos juntos. Y allí se produce lo que a mi mente le cuesta entender: “La cantidad de frutos se da en la proporción de mi tiempo con él”.
¿Por qué se provoca esto?
a) Dios me recompensa sobrenaturalmente multiplicando los efectos de mis esfuerzos. Es que en ese punto operamos en el nivel de su vida, no de nuestro desgaste.
b) Porque comenzamos a movernos en la dirección de Dios y no en la nuestra y así evitamos caminos inútiles y estériles. “Si permanecen en mí, y mis palabras en ustedes”. Haremos lo que escuchamos que debemos hacer.
c) Porque usamos más sus riquezas que nuestras propias capacidades. “Si permanecen en mí, pidan lo que quieran”. Oraremos lo que debemos orar y…¡¡¡recibiremos!!!
d) Porque estamos saludablemente más alegres. “Les he dicho esto para que tengan mi alegría”. Tendremos la actitud que debemos tener.
e) Porque vivimos en un clima de aceptación y confianza propio de su amistad y no con la presión de la evaluación de resultados que da una empresa. “Ya no los llamo siervos, los he llamado amigos”.
¡Me entusiasma trabajar menos para Él con el fin de estar más con Él! Es propio de los amigos.
Permanecer es priorizar la calidad de mis momentos a solas con Él.
He descubierto que aunque he sido disciplinado en hacer mis devocionales, he estado perdiendo la frescura de esos momentos. Se movió desde la relación a una actividad. Por eso el desafío es volver a refrescar que se trata de una relación vital. No estoy vinculado con una “actividad devocional”, sino desafiado a construir una “relación de devoción” cada día. Permanecer en El. De eso se trata la llave de la superabundancia de frutos que le dan a la vendimia éxito, y al labrador toda la Gloria. Y acaso como líder, ¿no te encanta llevar frutos? Permanecer en Él es el secreto.
Por Juan Carlos Gervilla