Devocionales Cristianos – ¿Preocupación o Confianza? 2

 

Pasaje clave: Mateo 6:25-34.

Continuemos.

Necesitamos aprender a confiar y a descansar en Dios en vez de estar ansiosos. Él se ocupa de nosotros.

Dijimos que la preocupación desmedida no nos dará soluciones a los diferentes problemas que surgen en nuestras vidas, por el contrario, nos provocará acidez, nerviosismo, dificultades para dormir, falta de apetito, pérdida de peso, amarguras y quejas constantes.

Muchas de nuestras preocupaciones son producidas por temores mentirosos. Los problemas activan nuestros miedos.

  • “Miedo a no conseguir novio/a”.
  • “Miedo a no poder aprobar el examen”.
  • “Miedo a perder el trabajo”.
  • “Miedo a que nos suceda algo malo”.
  • “Miedo al futuro”.
  • “Miedo a fracasar”.
  • “Miedo a esto o miedo a aquello”.
  • “Miedo a que tus hijos se droguen”.
  • “Miedo a que tu esposo se vaya con la vecina”.
  • “Miedo a no llegar con el pago del alquiler”.
  • “Miedo al granito oscuro que salió en el cuerpo que tal vez sea maligno”.
  • “Miedo a quedarme sola”.
  • «Miedo a que tu esposa te esté engañando».

Empezamos a imaginar cosas y a pensar en todo lo negativo que sucederá. El miedo nos hace creer en algo que no vemos. Tenemos fe en lo negativo, en vez de tener fe en el Señor. Permitimos que el maligno trabaje horas extras en nuestras cabezas.

Muchos de estos miedos nunca se hacen realidad, son mentirosos, pero nos hacen perder tiempo, energías, dinero y confianza en el Señor. Perdemos, cada vez que estamos ansiosamente preocupados y le damos lugar al miedo. No es esta la vida que Dios quiere para nosotros.

En lugar de enfocar la fe hacia el miedo y lo negativo (“creerle a la preocupación y al miedo que me hace sentir”) necesitas enfocar la fe hacia el Señor y su Palabra. Porque podemos tener fe en lo negativo o podemos tener fe en las promesas del Señor.

¿Hacia dónde apunta tu fe?

¿Estás usando toda la fe que Dios te dio para pensar más en esa situación?

¿Qué piensas de ese problema?

¿Cómo vas a terminar esa situación?

¿A quién elegirás creerle?

Dios es nuestro Padre. Él tiene cuidado de nosotros. La bendición viene de Él.

El cuidado viene de Él. Confiemos en que Él nos alimentará y vestirá, y en qué Él nos proveerá. ¡Creámosle a Dios! ¡Busquémoslo! ¡Seamos obedientes al Señor!

 

B. Hagamos lo que tenemos que hacer y creámosle a Dios. Él se ocupará del resto (Mt.6:31-33).

¿Y qué es lo que tenemos que hacer? Buscar primeramente a Dios y sus cosas.

Busquemos primeramente ser obedientes al Señor y estar cada día en comunión con Él.

Busquemos estar sujetos a las autoridades espirituales y no ser rebeldes.

Busquemos trabajar con energía y no ser perezosos.

Busquemos estudiar con pasión y no ser irresponsables.

Busquemos ocuparnos y atender a nuestras familias con amor y no escapar de ellas.

Busquemos estar comprometidos con la visión de la iglesia y dejar de “calentar” sillas y de poner excusas.

Y Dios se ocupará del resto. Todo lo demás será añadido.

¿Cuál es nuestra ambición en la vida?

¿Cuáles son nuestras metas y sueños?

¿Qué lugar ocupa el Señor en ellos?

¿Cuánto de nuestra vida, tiempo y dinero le entregamos como expresión de gratitud por todas sus bendiciones, cuidados y paciencia?

¿Él es nuestro Señor o solamente un Salvador?

¿Vivimos para Él o vivimos para nosotros mismos?

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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