Devocionales Cristianos – Aprender a Orar Juntos en Familia

 

«Un hombre llamado Cornelio, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre» (Hechos 10:1-2).

Cuando nos comunicamos con Dios a través de la oración, tie­ne lugar un encuentro con el sustentador del universo; por esa misma razón, ese momento, ese tiempo es algo trascendente y único. Tenemos un vehemente deseo de disfrutar la abrumado­ra presencia de Dios; comenzamos cerrando las puertas de afue­ra, los sentidos que nos conectan con el mundo exterior, y nos abrimos en nuestro espíritu humano, permitiendo que el río del Espíritu de Dios nos ministre en esa íntima comunión donde nos sentimos uno con el Señor (2 Corintios 3:17).

Creo que esta ha sido la experiencia de hombres de Dios que supieron comunicar a sus hijos lo sustancial de esta relación con el Padre, para que también ellos, sorprendidos por la realidad del Espíritu de Verdad, cubiertos de gracia y plenitud de gozo, trans­mitan de generación en generación la santidad, el amor, la justicia y la verdad de un Dios único, incomparable e irresistible para los que han aprendido a amar su presencia.

¿Es posible orar en familia?

Si bien ha sido una práctica constante de la Iglesia, nuestro actual estilo de vida lo dificulta en gran manera. Las complicadas sutilezas del adversario (1 Pedro 5:8), el mundo que asedia la vida familiar (1 Juan 2:16), las múltiples ocupaciones de los miembros y el afán de este siglo que ahoga La Palabra terminan complicando aún más la urgente necesidad que tenemos de orar en familia y recuperar el altar en el hogar.

«…los que por un solo Espíritu fuimos bautizados en un cuer­po… y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu» (1 Corintios 12:13).

La familia de Cristo, dijo Jesús, está formada por los que ha­cen la voluntad del Padre que está en los cielos (Lucas 8:21). El acuerdo se produce en los que están en un mismo Espíritu.

Doy gracias al Señor que toda nuestra familia está dedicada a este propósito de Dios de conocerle, entenderle y expresar a Jesús en sus vidas y la de sus hijos con quienes oran y comparten la Palabra de Dios.

Sabemos que el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan 5:19), y este intenta destruir, de todas las formas posibles, lo que ha dado sustento y contenido a la sociedad actual: la familia según Dios.

Como padres junto a nuestros hijos, que son la herencia que Dios nos ha dado, seamos constantes en la oración por nuestra familia y por cada familia de nuestra nación argentina.

Oremos de acuerdo con Dios, con lo que El anhela, declara y es conforme a sus palabras que «son espíritu y son vida» (Juan 6:63). La Palabra y la oración impartirán a Dios como vida en nosotros, tomemos algo de su esencia cuando entremos en co­munión con El y su Palabra; esta es su propio aliento ya que fue exhalada e inspirada por el Señor (1 Timoteo 3:16). Somos edifi­cados cuando oramos a solas con Dios quien ve en lo secreto; Jesús practicó esta forma de orar (Marcos 1:35).

Cornelio con toda su casa oraba a Dios siempre. Tuvo una visión angelical y finalmente su familia y los que estaban en su casa, oyendo La Palabra de Dios, fueron llenos del Espíritu Santo. Dios se agrada de los que le temen y guardan su Palabra. ¿Habrá algo imposible cuando oramos de acuerdo con Dios? (1 Juan 5:14).

Pero qué gratificante y sorprendente resulta el hecho de re- unirnos a orar unánimes, con toda súplica y ruego en el Espíritu Santo ¡Y en familia!

 

Motivos de Oración.

  • Señor, te pedimos especialmente por nuestras fami­lias, que podamos unidos buscarte.
  • Señor, bendice y toca el corazón de aquellos miem­bros de nuestras familias que no te conocen.
  • Señor, bendice a las familias de Argentina. Derrama un espíritu de unidad y amor.

 

Aplicación Práctica.

Toma la decisión de tener un tiempo de oración en familia durante esta semana.

Extracto del libro “40 Días de Ayuno y Oración 2012”

Por Jorge Osuna

Paraná, Entre Ríos

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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