Devocional – Constructores de Paz
Pasaje clave: 2º Corintios 13:11.
La búsqueda de la paz es uno de los motores de toda persona en esta vida. Junto con el deseo de salud y bienestar económico representa uno de los componentes que el ser humano de cualquier latitud procura integrar a su existencia. Me refiero en estas líneas a la paz en las relaciones interpersonales, ya sea, familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc.
Presento a continuación tres pasos que considero útiles para los que desean convertirse en constructores de paz en cualquier relación donde lo requieran.
1. Iniciativa.
Cuando una de las dos partes en un vínculo se focaliza mas en lo que ella necesita de parte de la otra vuelca la relación hacia si, lo que genera el desequilibrio en la relación. La iniciativa consiste en poner en perspectiva mis esfuerzos y recursos para lograr la satisfacción de mi prójimo. Sin duda que existe una expectativa puesta en el otro, pero ella no debe caer en la idealización del otro ya que delante nuestro nos relacionamos con alguien real más que ideal.
La iniciativa también debe tenerse en cuenta al momento de resolver algún conflicto donde sea necesario reestablecer la paz. Esto es, no esperar que el otro se acerque para hacer las paces, sino todo lo contrario, ir yo, tomando así la iniciativa para sanar lo que está deteriorado.
El orgullo es un obstáculo que se presenta a la hora de hacerlo. Decimos: «si quiere solucionar las cosas que venga ella/él» y así comenzamos una larga espera que puede tardar días, semanas, meses, años y en algunos casos toda la vida, para que la otra persona venga a pedirnos disculpas. Gana tiempo, ve tú, sacrifica el orgullo y construye la paz. Tú amas a esa persona, recupérala, su compañía vale muchísimo más que esa cuota de orgullo, quizás tengas argumentos para no ceder, pero en comparación estarás perdiendo algo más valioso.
2. Búsqueda.
La Biblia afirma «busca la paz y síguela» (1º Pedro 3:11). Es necesario buscar lo que contribuya a la paz en tus relaciones, por que de seguro existen acciones que puedes llevar a cabo, pero que no están a simple vista. Puede que sea alguna actitud, algún gesto de cortesía, alguna dadiva, algún silencio, algún tiempo de calidad. Cuando lo encuentres, síguelo y síguelo y no dejes de seguirlo, persevera en eso, practícalo para que la paz sea duradera.
3. Comunicación Pacífica.
Habla en términos de paz. Un proverbio bíblico dice lo siguiente: «La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor». Se hace mención aquí a la ira y como puede ser quitada y también de como puede ser intensificada. La pregunta es: ¿qué hago frente a quien está enojado conmigo?
El énfasis en este proverbio se encuentra en el que responde, en el destinatario de la ira. Constituye el factor determinante en el conflicto para establecer la paz. Si responde con serenidad la cosa se calma, pero si responde también con ira la cosa empeora.
La eliminación de los gritos hace también a la comunicación pacifica. La gritería es la confusión de voces altas y desentonadas. Cuando alguien grita esta elevando el volumen de su voz y en lugar de hacerse escuchar produce todo lo contrario, hace que la otra persona se cierre a toda posibilidad de oír. El tono sereno en la voz, pero firme a la vez con un contacto visual adecuado genera el dialogo en términos de paz.
Por ultimo, la comunicación pacifica incluye erradicar toda palabra hiriente. La palabra hiriente es aquella destinada a hacer daño. Es aquella que resulta del enojo desmedido y que en completa calma no diríamos. Estas palabras una vez dichas no tendrán retorno y producirán una marca perjudicial en el otro. Procura hacer una selección en tus palabras por que ellas serán determinantes en la obtención de la paz.
Por Cesar Ruggeri