Siendo niño no salíamos mucho de vacaciones. El hermano de mi mamá, Reinaldo, era chofer de transporte de carga y estaba continuamente viajando. En las vacaciones de invierno me invitaba a acompañarle. En uno de esos viajes a Buenos Aires mi mamá fue con nosotros. En la ruta paramos a comer en un comedor… las mesas se formaban largas… era una familia de camioneros. Recuerdo que comimos, no sé qué, y al finalizar preguntaron si queríamos postre. Todos empezaron a pedir el suyo y cuando fue mi turno yo dije: Polenta con salsa.

¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos? (Gal.3:3).

Pablo está sorprendido de la actitud de los gálatas. Están abdicando a la libertad del Espíritu a favor de la esclavitud de una religión. Por lo general, la cosa es al revés: Uno abandona la frialdad y la opresión de normas basadas en el esfuerzo humano para abrazar la calidez y la naturalidad de una relación con el Espíritu Santo. Es un momento sublime cuando entendemos que nada es por obras, que todo es por fe en aquel que dio su vida por nosotros. Nada se compara con la sensación de saber que no debes ser perfecto, que ya alguien se sacó 10 por vos y que por medo del examen que Él rindió nosotros podemos vivir una vida aprobada. Sin embargo, los gálatas están eligiendo recursar para ser considerados justos… en vez de aceptar que han sido ya calificados espiritualmente en Cristo.

Están pidiendo de postre… un plato entrante. Esta es la razón de la risa de los amigos de mi tío: Estaba volviendo atrás en mi elección. Estaba yendo a contramano de lo habitual. Esta es la razón de la tristeza del apóstol… están retrocediendo en su elección. Los que hemos conocido la renovación del Espíritu Santo a partir de la experiencia decepcionante y fría de una religión de formas no podemos, no deberíamos caer en la valorización de aquellas cosas que antes renunciamos.

  • Un código estoico no producirá santidad… solo, a veces, buena conducta.
  • La rigidez de una forma no producirá orden… solo, a veces, organización.
  • La repetición de ritos no producirá cambios… solo, a veces, costumbres.

Como verán… no podemos volver atrás. ¿Por qué puede producirse esto? Pablo lo atribuye a una fascinación como la que ejerce la serpiente para morderte:

¡Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes, ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente? (Gal.3:1).

Sin querer superar la opinión apostólica, me interesa quizás desmenuzar este hechizo. Este retroceso a veces se da por algunas de estas causas:

  1. Porque perdemos fluidez en nuestra relación con el Espíritu Santo y entonces impostamos lo que debería ser natural.
  2. Porque olvidamos el arrepentimiento y nos aferramos a un pecado favorito.
  3. Porque tendemos volver a la seguridad de una norma, antes que seguir en la incertidumbre de lo nuevo (lo nuevo siempre es nuevo porque en Cristo la vida es novedosa. (Ro 6:4)
  4. Porque nos sale mejor hacer, que creer  y descansar.

Hoy es un día para volver al rio del Espíritu. Servir a Dios se acerca más a fluir que a parir. Si estoy pariendo para servir a Dios entonces necesito volverme al principio. Necesito alimentarme de la gracia y de la intimidad con Dios. Hoy renuncio a la religión, me abrazo a al Ayudador. Rompo cualquier fascinación y renuncio a creer que hacer es más valioso que ser. Hoy renuevo mi compromiso a vivir una vida de gozo, de confianza, de libertad y de seguridad.

Señor, no permitas que vuelva atrás. Nunca dejes que olvide de donde salí y lo maravilloso que es esta seguridad de tu Presencia en mi vida. Soy libre, soy santo, soy salvo, soy perdonado, soy equipado… Soy tu hijo amado. No tengo que hacer nada para ser, tengo que hacer todo porque soy. Nada puedo hacer para que me ames más, todo lo voy hacer porque soy amado. Esta es mi libertad, esta es mi bendición. Soy maravillosamente libre por el Espíritu de Dios en mí. Aleluya!!!!

Por Daniel Cattaneo

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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