Hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros. Entonces el desierto se volverá un campo fértil, y el campo fértil se convertirá en bosque. (Isaías 32:15)

La ecuación cambia cuando Dios ingresa en escena. En los versículos anteriores hay una serie de figuras desalentadoras… pero esto solo será hasta que desde lo alto se derrame el Espíritu. Entonces todo cambiará. El desierto se volverá un campo fértil y el campo fértil en bosque. ¡Qué maravilloso poder!!! Lo que es imposible ocurrirá… el desierto será un campo fértil. Lo que lleva años se hará de un momento a otro… el campo se convertirá en bosque.

¿Nos damos cuenta cuánto necesitamos este derramamiento? Alguno argüirá que el Espíritu Santo ya está en el corazón del creyente y es así… pero algo… llámalo como quiera,  tiene que ocurrir… derramamiento, leudamiento, invasión, ocupación… algo tiene que ocurrir para que la ecuación sea revertida. Necesitamos una renovación en nuestra experiencia con el Espíritu Santo. De eso se trata estos días de reconexión… algo nuevo… algo más profundo con Dios.

Hubo un día en que me enamoré, y luego pude ser amigo, luego por 5 años y 18 días fui novio y después fui esposo y hace 27 años de matrimonio que sigo profundizando mi relación con Patricia. Nunca puedo dar por concluido mi trabajo de crecimiento en mi matrimonio. El día que lo haga habré condenado a muerte mi experiencia de amor.

Lo mismo con Dios. Necesito hoy renovar mi experiencia de amor con Él… ¿Cómo? Mediante el derramamiento desde lo alto. Fue un derramamiento lo de Pentecostés, fue un derramamiento lo de los moravos en 1727 comenzando “una reunión de oración” que duró 100 años!!!,  fue un derramamiento en la calle Aldersgate cuando el corazón de Wesley fue “extrañamente calentado”, fue un derramamiento lo que ocurrió en Azuza Strett en los 1900, fue un derramamiento lo que pasó en mi cocina en 1992. Un derramamiento te cambia la ecuación.

Hoy es un día para apostar a la renovación espiritual. Necesitamos decirle al Espíritu Santo… Ven, Ven sobre nosotros… imparte de tu gracia… Acaba con los desiertos en mi vida, acelera los procesos en mi campo… Cambia la ecuación negativa… Hoy derrámate sobre mi vida una vez más. Quiero ser renovado por tu poder.

En realidad lo que pasa es lo que anunció el profeta Joel: “Sucederá que en los últimos días —dice Dios— derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán. Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y nubes de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso. Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo”. (Hechos 2:16-21).

Por Daniel Cattaneo

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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