Devocional – El Espíritu Derramado
Pasaje clave: Hechos 2:32 al 36.
¿A quién resucitó Dios? (Hch.2:32).
¿Quién fue exaltado por Dios para ser Señor? (Hch.2:33 y 36).
¿Qué promesa recibió Cristo del Padre, que ha derramado sobre los creyentes? (Hch.2:33).
Esto significa que el Espíritu Santo se derramó sobre los creyentes porque Jesús fue exaltado. (Jn.7:39). Cuando Jesús fue glorificado, declarado Señor, el Espíritu Santo fue derramado en la vida de los creyentes. A esto, en la Biblia, se lo llama el bautismo del Espíritu Santo. (Hch.1:5).
“Porque Jesús murió en la cruz…» “Porque Jesús resucitó…» “Porque Jesús está a la diestra del Padre…»
«… Yo recibí el perdón de los pecados.” «… Yo recibí vida nueva.” «… Yo recibí en mi vida el Espíritu derramado.”
¡Todo esto es por lo que Jesús ha hecho; nada por lo que yo soy!
Haber sido perdonado, tener nueva vida y haver recibido el BAUTISMO del Espíritu Santo no ha sido por mis buenas intenciones, ni por servir más en la iglesia, ni por esforzarme en ser mejor cristiano, sino por Jesucristo. Por su muerte, resurrección y EXALTACION.
El Espíritu Santo ha sido derramado sobre nosotros los creyentes no para demostrar cuán grandes somos, sino para confirmar la grandeza de Jesús.
¿Cómo podemos saber que Jesús esta como Rey a la diestra del Padre? Lo podemos saber porque el Espíritu fue derramado con poder sobre los creyentes (Lc. 24:49, Hch. 1:8).
¿Es posible que el Hijo de Dios haya derramado su Sangre y que tus pecados no hayan sido perdonados? ¡Imposible! Luego, ¿es posible que el Hijo de Dios haya sido glorificado y que tú no hayas recibido al Espíritu Santo? ¡Imposible!
No tenemos que pedirle o rogarle al Señor que derrame su Espíritu sobre nosotros, porque el Espíritu de poder ya ha sido derramado, sino alabarlo con total confianza porque el Espíritu ya ha sido derramado sobre nosotros. Es una cuestión de FE.
Podrás orar y esperar durante años sin experimentar jamás el poder del Espíritu; pero cuando dejes de rogarle al Señor que derrame su Espíritu sobre ti, y cuando con plena confianza lo alabes porque el Espíritu ha sido derramado porque el Señor jesús ha sido glorificado, tu problema estará resuelto.
Jesús no va a ser Señor en el futuro, ya es Señor. Por lo tanto no voy a recibir el Espíritu, ¡ya lo he recibido! Es una cuestión de fe que viene por revelación.
Ora para que puedas ver esta realidad y alaba al Señor por el Espíritu que fue derramado sobre tu vida y que habita en ti. Alaba al Señor y díle desde hoy en adelante:
“Te alabo porque tú recibiste la gloria y la honra, y yo recibí el Espíritu Santo para que me transmita toda tu vida y confirme tu exaltación en los cielos».
Extracto del libro «La Cruz en la Vida Cristiana Normal»
Por Watchman Nee
Adaptado por Edgardo Tosoni
