Devocionales Cristianos – El Verdadero Discípulo 1
Pasaje clave: Mateo 8:18-22 y Lucas 9:57-62.
1. Introducción.
Tres personas tienen un encuentro con Jesús. Las tres tienen el deseo inicial de seguirlo. Las tres ponen condiciones. Y las tres finalmente se quedan a medio camino. ¿Por qué? ¿Es tan difícil seguir a Jesús? No. Pero seguir a Jesús implica mucho más que buenos deseos. Seguir a Jesús y ser un verdadero discípulo de Él exige tener disposición a renunciar a mis condiciones y exigencias y tener una actitud de obediencia.
2. Primer Desafío: Renunciar a mis Comodidades.
Hasta las zorras y las aves tienen comodidades (sus guaridas y sus nidos), pero el que quiere seguir a Jesús tiene que estar dispuesto a renunciar a sus exigencias y comodidades.
Veamos algunos ejemplos de personas “cómodas” y religiosas, que no son verdaderos discípulos:
“Yo al grupo pequeño voy a seguir yendo, pero no voy a la iglesia los domingos porque no puedo”. (El ejemplo no se refiere a quienes por obvias razones laborales o por razones de salud, no pueden asistir, sino a aquellos que teniendo el tiempo y las facilidades para hacerlo, optan por lo contrario).
“Yo acepto hacer la célula con ustedes pero éstas son mis condiciones: Voy a ir a la iglesia cuando yo quiera, porque hay gente que a mí no me cae bien”.
“Desde ya les digo: No me vengan a sacar plata. Yo voy a diezmar cuando pueda”.
“Yo no necesito ir a un Encuentro de sanidad interior. No tengo ningún problema, y si lo tuviera no se lo contaría a ustedes”.
“El Encuentro de sanidad interior fue muy bueno para mi vida pero no tengo interés en ir a la iglesia. Hay mucha gente falsa”.
“Yo quiero hacer la Escuela de Capacitación, pero por qué hay que pagar los módulos. La iglesia tendría que regalarlos”.
“A mí no me vengan con exigencias porque dejo todo y no vengo más”.
“Yo trabajo todo el día y además estudio, no me vengan a pedir nada más”.
“Yo tengo mis hijos chiquititos y no los voy a sacar para ir a la iglesia porque hace mucho frío… porque hace mucho calor… porque no quiero obligarlos… porque hoy está lindo para salir a pasear…”.
“Los días domingo tengo compromisos que no puedo dejar”.
“A mí no me vengan a pedir que gane personas, que visite o que tenga mi propio grupo, yo no estoy para eso. Yo tengo otro llamado: soy músico”.
Cada uno de estos ejemplos está revelando el corazón de las personas y sus verdaderos intereses: quieren seguir a Jesús desde la comodidad, desde lo que a ellos les queda bien, desde sus propias condiciones, sin ningún otro tipo de compromiso.
¿Qué clase de personas somos nosotros?
¿Vivimos como religiosos o como discípulos?
3. Segundo Desafío: Renunciar a mis Propios Impedimentos.
Jesús vuelve a desafiar a alguien para que lo siga. Esa persona (sin importar su edad ni condición social) muestra cierta predisposición para seguirlo, pero algo se interpone entre ella y Jesús: su padre había muerto y debía enterrarlo.
Entendamos lo que esto significa: Jesús no muestra insensibilidad hacia la realidad de esta persona, ni le resta importancia a su dolor, lo que Jesús hace es mostrarle que las cosas muertas no pueden ni deben ser un impedimento para seguirlo a Él.
En otras palabras, lo que Jesús le está diciendo es: “Renuncia a lo muerto en tu vida, renuncia a lo viejo de tu corazón, si quieres seguirme”.
Todo aquello que es carga, que es impedimento, debe ser abandonado y sólo así tendrás un corazón de discípulo.
Pensemos por un momento en cuántas cosas muertas, viejas, son impedimentos en nuestras vidas para seguir a Jesús. Por ejemplo:
A. Recuerdos del pasado.
B. Sentimientos de culpa.
C. Antiguos rencores y resentimientos.
D. Broncas guardadas. No dichas. Negadas. Que se manifiestan en el trato, las actitudes y las palabras.
E. Vicios. En barrios donde predomina el alcoholismo, la drogadicción y la delincuencia yo debo marcar la diferencia y renunciar a todo esto.
(CONTINÚA…)
Por Edgardo Tosoni
