Devocional Diario – ESTABLECER EL REINO DE DIOS

Devocionales Cristianos – Establecer el Reino de Dios

 

Pasaje clave: Hechos 28:31.

 

1. Introducción.

Fuimos escogidos, llamados y salvados por Dios con un propósito: establecer su Reino en el lugar en el que él nos ha puesto. Sea la fábrica en la que trabajas, la empresa que diriges, el negocio que atiendes, el colegio o la universidad que cursas, el propósito es el mismo: que establezcamos el Reino de Dios.

No estoy en el lugar que estoy por casualidad. Ni estoy allí sólo para mi propio beneficio económico o intelectual, sino que estoy ahí para establecer el Reino de Dios. Mientras trabajo y gano mi sueldo, mientras estudio y me capacito, establezco el Reino de Dios.

 

2. ¿Cómo Establecemos el Reino de Dios en el Lugar en el que nos encontramos?

Veamos varios puntos que nos ayudarán a comprenderlo:

A. Identificarme Como un Creyente en Jesucristo.

En lo posible no digamos que somos cristianos evangélicos, ni hablemos de la iglesia, porque mucha gente le tiene fobia a los evangélicos. Identifiquémonos como creyentes en Jesucristo. Todas las personas creen en algo o en alguien, nosotros creemos en Cristo y tenemos una relación personal con Él. 

 

B. Relacionarme con las Personas.

Nuestro mejor modelo es Jesús. Él se relacionó con toda clase de personas: religiosos, adulteras, samaritanos, cobradores de impuesto, pescadores, etc. Estuvo en sus casas, comió con ellos, fue a sus fiestas. No tenemos que aislarnos de las personas y encerrarnos en la “cueva” de la iglesia. Tenemos que relacionarnos con ellos y tener compañerismo.

 

C. No Negar ni Traicionar mis Convicciones Espirituales.

Nos relacionamos con todos, pero no vivimos como viven ellos. Tenemos compañerismo, pero no hablamos ni pensamos como ellos lo hacen. Hay invitaciones que rechazaré y hay lugares a los que no iré, porque mis convicciones espirituales son más importantes que cualquier persona. José mantuvo sus convicciones (Gn.39:7-9, 12). Daniel las mantuvo (Dn.1:8). Jesús y los discípulos las mantuvieron.

 

D. Descubrir las Necesidades de los Más Influyentes.

En todo grupo de trabajo o de estudio, en todo negocio, hay una o dos personas que se destacan. Son los más influyentes, son los líderes de esos grupos. Si puedo ganar a esa persona para Cristo, ella ganará a las demás. Pero para poder ganarla necesito descubrir cuáles son sus necesidades más profundas. Me relaciono para descubrir sus necesidades

El general Naamán era muy influyente. Su criada descubrió la necesidad de este poderoso hombre: era leproso (2ºR.5:1). Jesús descubrió la necesidad de la samaritana y también la de Nicodemo.

Si descubrimos las necesidades de los más influyentes podemos pasar al próximo punto.

 

E. Compartirle a Cristo como la Solución a su Necesidad.

2º R.5:3-4. La criada conocía la solución y la compartió. No tuvo miedo de hablar.

No les hablemos a las personas de la iglesia (y mucho memos de denominaciones). Hablémosles de Cristo. Jesús tiene la solución. Llevémoslas a aceptar a Cristo. No tratemos de meterlas en la iglesia.

Que primero conozcan a Jesús. Y luego comencemos a discipularlos en los primeros pasos de la relación con Dios.

 

F. En la Medida de lo Posible, Generar Cambios que Bendigan a Todos.

Somos solucionadores de problemas, no generadores de ellos. Tenemos el espíritu de Dios y la Palabra, la revelación y la unción del Señor para proporcionar soluciones a los problemas de las personas.

Oración, estudio y capacitación son imprescindibles para funcionar correctamente como solucionadores de problemas.

Si sólo oramos, pero no estudiamos y no nos capacitamos, nos limitamos a nosotros mismos y chocamos contra nuestro propio techo intelectual. Nos quedamos “cortos” a la hora de dar respuestas.

Si hay estudio y capacitación, pero no oramos y no buscamos a Dios, nos limitamos espiritualmente y chocamos contra nuestra falta de revelación. También nos quedamos “cortos” a la hora de dar respuestas.

Oremos, y capacitémonos para generar cambios matrimoniales, familiares, sociales, culturales y políticos que afecten positivamente a nuestra ciudad. Estamos llamados para cosas mayores, no las frustremos por falta de oración y preparación.

Por Edgardo Tosoni