Devocionales Cristianos – Fidelidad de Unos a Otros en la Familia

 

«Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud. Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre» (Proverbios 5:18-20).

La familia que Dios quiere y bendice es la que se deja guiar por Él, es la que ha encontrado y disfruta de un respaldo mu­tuo entre sus miembros. Cada uno cumple su responsabilidad y son respaldados por Dios; esto establece la fidelidad en la familia. Cuando se logra esta relación en amor y lealtad, la familia se dis­fruta y es luz en esta sociedad, cumpliendo así el propósito divino.

Pero el cumplimiento de la promesa de fidelidad «hasta que la muerte nos separe», al igual que el cumplimiento del mandamien­to «honra a tu padre y a tu madre» no surgen naturalmente. Sobre todo, teniendo en cuenta que estamos en una sociedad que ha degradado a la familia hasta el extremo, admitiendo su disolución como alternativa para el tratamiento de sus conflictos.

El origen de la falta de fidelidad, «la infidelidad», no es la atracción física sino el conflicto emocional. Por eso es fundamen­tal mantener y proteger el amor de Dios en cada familia. Un hogar con amor de Dios es un hogar donde sus miembros son fieles.

Si entendemos la necesidad de consolidar la fidelidad en la familia, debemos ir a la fuente. Dios es fiel y este atributo de­sea compartirlo con nosotros. En una familia fiel cada uno de sus integrantes desarrolla su papel reconociendo que Jesucristo es la cabeza del hogar, y cada uno se desafía a ser imitador de Dios.

No hay familia que deba renunciar a las bendiciones que Dios tiene preparadas, sin importar sus circunstancias; cuando le per­mites intervenir a Él, comienzas a recibir guía y fortaleza para lo­grar ser fiel con todos y puedes dejar atrás todo fracaso.

Cuando alguien inicia el proceso y toma la responsabilidad de ministrar fidelidad en la familia, dando testimonio de estar en el camino correcto, sin duda esa familia es transformada por la mano del Señor. En este proceso, no debemos limitarnos solo a la familia sanguínea. Entre la gran familia cristiana también debe compartirse este principio y tanto más entre las familias que aún no han reconocido el único camino a la salvación: Jesucristo.

Algo que sin duda te ayudará a encontrarte con la práctica de la fidelidad en tu familia es fijar un tiempo, al menos dos o tres veces por semana, donde se reúnan para leer La Biblia, orar juntos y pedirle a Dios ayuda para ser fieles a sus consejos y mandamien­tos, como lo estamos haciendo en todo el país en estos 40 días de Ayuno, Oración y Renovación Personal, recibiendo y entregando el perdón del Señor.

Recuerda que:

  • Cada integrante de tu familia tiene libre albedrío, respétalo. Nuestro deber es comunicar la verdad, no tratar de imponerla.
  • Nadie puede ofrecer lo que no tiene, sé fiel a Dios primero y entonces podrás serlo a tu familia.
  • Dios te entregará autoridad para la tarea.

 

Motivos de Oración.

  • Señor, que podamos alcanzar la fidelidad total en nuestras familias.
  • Señor, úsanos para poder ministrar a otras familias la fidelidad recíproca.
  • Señor, gracias por tu fidelidad para con nosotros.

 

Acción Práctica.

Toma la decisión de respetar a cada miembro de tu familia y de demostrarles el amor y la fidelidad de Dios a través de actos de servicio.

Extracto del libro “40 Días de Ayuno y Oración 2012”

Por Mirtha y Roberto de Urtiaga

Mendoza

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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