Devocionales Cristianos – Las Palabras de Jesús 1

 

Pasaje clave: Mateo 8:1-17 y 23-34.

 

1. Introducción.

Hay dos hechos que se destacan en este capítulo de Mateo. Por un lado las Palabras de Jesús, por el otro la actitud de las personas hacia él.

Veamos el primero de estos hechos: las Palabras de Jesús.

 

2. Más que Simples Palabras.

Si hubo algo que lo diferenció a Jesús de los religiosos y sectarios de su época, fueron sus palabras. Él no hablaba como ellos, no era religión lo que salía de su boca, sino autoridad, espíritu y vida. Nadie permanecía igual ante las palabras de Jesús: las aceptaban o las rechazaban, pero nadie se mantenía indiferente. Seguían a Jesús o se apartaban de Jesús. Sus palabras eran desafiantes y cargadas de autoridad. No eran simples palabras.

A. 8:3. El leproso pide ser sanado. Jesús lo toca y le dice: “Quiero, sé limpio”. Su orden liberó sanidad sobre ese leproso. Una palabra de autoridad cambió la realidad del leproso.

 

B. 8:7-8, 13. El centurión ruega por su siervo enfermo y atormentado: “Solamente di la palabra y mi criado sanará”. Jesús, admirado de su fe, le dice: “Ve, y como creíste, te sea hecho”. En aquella misma hora el criado se sanó. Una palabra de autoridad cambió la realidad del centurión romano.

 

C. 8:16. Endemoniados y enfermos. Con la palabra los sanó y los liberó. Una palabra de autoridad cambió la realidad de aquellas vidas miserables.

 

D. 8:26. Tempestad y tormenta en el mar. Discípulos aterrados. Jesús, con su palabra, reprendió a los vientos y al mar y estos se calmaron. Nunca nadie había hecho algo así. Una palabra de autoridad cambió la realidad de los discípulos.

 

E. 8:31-32. Demonios que le ruegan y le piden permiso para salir de los hombres e ir a los cerdos. La palabra de Jesús está cargada de autoridad divina: “Id”. Los demonios sólo pueden obedecer, ninguno se atrevió a cuestionarlo. Una palabra de autoridad cambió la realidad del endemoniado.

¿Sabes qué necesitan tu vida y la mía para que nuestras realidades cambien?

Una palabra de Su autoridad. Una palabra recibida, creída y declarada en fe.

 

3. El Secreto de Jesús.

Las palabras religiosas, las palabras intelectuales, los lindos discursos o los gritos descontrolados, no producen estos hechos de poder. ¿Cuál era el secreto de Jesús? ¿Podemos nosotros hacer lo mismo? Sí podemos, si vivimos de acuerdo al “secreto de Jesús”.

A. “Yo hago SIEMPRE lo que le agrada” (Jn.8:29).

Cuántas cosas hacemos, buenas y malas, pero ¿le agradan al Padre?

El primer secreto es hacer siempre lo que al Padre le agrada. No hay poder ni autoridad sino hacemos siempre lo que a él le agrada. Pecados ocultos, rebeldías encubiertas, desobediencias, terquedades y excusas. Teniendo todo esto en nuestro corazón, ¿pretendemos tener autoridad y poder?

 

B. “Y pasó la noche orando a Dios” (Lc.6:12).

Tenemos tiempo para un montón de cosas, menos para orar en serio.

Tenemos tiempo para todo lo que nosotros queremos, pero no para orar de verdad.

Para orar siempre nos falta tiempo, ¿por qué nos asombramos entonces de nuestra mediocridad espiritual y de nuestra falta de poder y autoridad?

¿Por qué nos asombramos de nuestra escasez de frutos?

(CONTINÚA…)

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

4 Comentarios

  1. DIOS no desampara a sus hijos y mas cuando estan en sircuntancia mala DIOS siempre esta ahi dispuesto a peliar junto con tigo amen

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