Devocionales Cristianos – Dios Provee lo Necesario
Un principio del que hablamos anteriormente necesita ser revisado aquí: para cualquier cosa que Dios llama, El provee lo necesario. Dios provee lo que necesitamos, pero a menudo nosotros estamos involucrados en el proceso. Si usted es estudiante de universidad, sus padres pueden proveerles el costo para ir a la escuela, pero ellos no pueden hacer que ustedes aprendan. La provisión está hecha, pero el trabajo es de usted. Sus padres cocinan la comida y la ponen en la mesa para ustedes, pero ustedes tienen que comerla; ustedes tienen que sacar energías de ustedes mismos. Es la misma manera con Dios. El provee, pero Él no hace el trabajo que deben hacer ustedes. Debemos ir tras lo que Él ha provisto como nuestro suministro.
Ahora hágase las siguientes preguntas:
¿Su definición de prosperidad ha cambiado como resultado de la lectura de los últimos devocionales? ¿Por qué o por qué no?
¿Qué recursos necesita para cumplir su visión?
Haga una lista de ellos y luego confíe que Dios va proveer para todas las necesidades de su visión como lo ha prometido hacer. La devoción usa el conocimiento que usted ha obtenido para recibir la provisión para su visión.
Oración: Padre celestial, realmente tú eres el Jehová-Yiréh, nuestro Proveedor. Tú nos muestras esa provisión y prosperidad que son mucho más que el exceso de dinero. La prosperidad piadosa incluye paz personal y bienestar. Es una provisión diaria que nos recuerda que no nos preocupemos del mañana. Tu provisión involucra recursos que suplirán los requerimientos de las visiones que Tú nos has dado. La provisión de bendiciones espirituales también están disponibles para nosotros. Padre, no podemos agradecerte lo suficiente pues Tu provisión no sólo suple nuestras necesidades, sino que también se excede más allá de lo que podemos pedir o imaginar. En el poderoso nombre de Jesús, amén.
Pensamiento: Dios provee lo que necesitamos, pero nosotros a menudo nos involucramos en el proceso.
Lectura: Ezequiel 35-30; 2 Pedro 1
Extracto del libro “Devocional Diario de Poder y Oración”
Por Myles Munroe
