Devocionales Cristianos – La Naturaleza de la Verdadera Prosperidad

 

Durante los últimos dos días hemos estado discutiendo la mala inter­pretación acerca de la prosperidad. ¿Cuál es, entonces, es la natu­raleza de la verdadera prosperidad? Una de las palabras hebreas que se traduce «prosperidad» en la Biblia es shalev (ver por ejemplo, Salmos 30:6; 73:3), la cual significa «tranquilo», «sereno», «pacífico», y «quietud». Otra palabra hebrea para prosperidad es shalom (Véase Salmos 35:27; Jeremías 33:9), la cual significa «paz», «seguridad», «bienestar», «felicidad» y «salud». La Biblia está diciendo que prosperidad es paz. La prosperidad también es armonía. Cuando las cosas están equilibradas, decimos que están pacífi­cas. La verdadera prosperidad nos libera de las preocupaciones y temores; ella refleja un estado de satisfacción que todo lo necesario es cuidarla.

Jesús utilizó una analogía de la naturaleza para ayudar a explicar la prosperidad: «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?» (Mateo 6:26-27)

¿Cómo alimenta Dios a las aves? El provee para ellas, sin embargo, ¡Él no las alimenta en la mano en sus nidos personalmente! Los pájaros no sólo se sientan alrededor esperando que Dios los detenga para darles su comida. Cuando Jesús dijo que Su Padre celestial alimentaba a las aves, quiso decir que todo lo que ellas necesitan ha sido hecho al alcance de ellas, pero ellas tienen que ir a conseguirlo. El ave tiene que mantenerse trabajando hasta que termina su nido. Ella debe mantenerse trabajando hasta que consigue el gusano. La prosperidad de Dios para nosotros es parecida: es provisión pacífica a medida que nos mantenemos trabajando hacia Sus propósitos.

 

Oración: Padre, el alma próspera está libre de preocupaciones y contiendas, y así es como quiero ser. Ayúdame a descansar continuamente en Ti mientras confío en Tu provisión. En el nombre de Jesús, amén.

Pensamiento: La verdadera prosperidad nos libera de preocupaciones y temores.

Lectura: Ezequiel 8-10; Hebreos 13

Extracto del libro “Devocional Diario de Poder y Oración”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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