Devocionales Cristianos – Motivación Para el Trabajo
Es a través de la adoración y la comunión con Dios que la humanidad recibe la visión, vocación y trabajo. Jesús, el segundo Adán, parecía tener dos palabras favoritas que reflejaban los propósitos de Dios para la humanidad. Una de estas palabras era Padre. Él siempre estaba hablando de Su Padre en el cielo y buscando Su presencia en oración. La otra palabra era trabajo.
Jesús estaba intentando hacer que el trabajo de Su Padre se completara. Nosotros debemos aspirar a cumplir los propósitos de Dios mientras desarrollamos y usamos los dones y talentos que nos ha dado. No debemos ser perezosos; en cambio, debemos tener visiones para nuestras vidas y tener voluntad para trabajar para las visiones sean cumplidas. Nuestra motivación para el trabajo es completar el propósito para lo que fuimos creados. Jesús dijo:
De cierto, de cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará. (Juan 6:26-27)
En otras palabras, existe una razón más elevada para trabajar que el proveer simplemente para las necesidades físicas. Repito, no trabaje sólo para pagar las facturas. No trabaje sólo para comprar alimento. Entienda la verdadera naturaleza del trabajo. En el jardín del Edén, no había supervisor, nadie que les llevara los cheques de pago. El trabajo se le dio a Adán porque era parte de su ser. Por medio del trabajo, él cumplía parte de su propósito como ser humano creado a la imagen de Dios.
Oración: Padre, Tú has revelado una verdad excitante: Trabajar es una parte natural de quienes somos. Mientras trabajo en esta tierra, yo oro para que Tu gracia esté sobre mi y que puedas establecer el trabajo de mis manos. En el nombre de Jesús, amén.
Pensamiento: Nuestra motivación para el trabajo es completar los propósitos para los cuales fuimos creados.
Extracto del libro “Devocional Diario de Poder y Oración”
Por Myles Munroe