“Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer. Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre”. (1 Reyes 5.3-5).
Para crecer, construir y progresar en la vida, es necesario tener paz, para esto es imprescindible pacificar nuestra vida. La mayoría de las personas no salen del estancamiento por las guerras que los rodean. Cuando estás en guerra, lo único que te interesa es sobrevivir. Y esto hace que “vivas sobreviviendo” y no en bendición de Dios. Necesitamos tener paz en todas las áreas de la vida, para que cada una de ellas pueda ser edificada.
- Paz en lo familiar: para que nuestro hogar deje de ser un campo de batalla y se convierta en un lugar de refugio.
- Paz en lo económico: para dejar de luchar con el dinero, y empezar a crecer económicamente.
- Paz en lo laboral: para dejar de batallar con el trabajo, y empezar a crecer laboralmente.
- Paz en lo espiritual: para dejar de pelear con Dios y volvernos en amistad con Él.
Si querés construir cosas grandes, necesitás pacificar tu vida, como Salomón que pudo edificar el templo porque tuvo paz por todas partes. A pesar de que David tuvo grandes victorias, no pudo edificar el templo. Lo mismo sucede con muchas personas, a pesar de que siempre terminan ganando la pelea, no logran construir nada en su vida.
Que en este tiempo puedas hacer de la paz tu estilo de vida para lograr cosas grandes en lo personal y como familia.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo recibas paz de parte de Dios, esa que sobrepasa todo entendimiento, y puedas tener una vida plena en Él.
Por Daniel González
