La música se mete por todos lados. Es sin lugar a dudas una estrategia… cuando te vas alejando cada día de los parques de Disney en Orlando resuena la música: “Remember The Magic” (Recuerda la magia). La idea es que no te olvides lo que viviste, con la idea de que el recuerdo de lo placentero te haga volver. La compañía apuesta a que no te olvides, Pablo también… pero por motivos distintos.
Por tanto, acordaos de que en otro tiempo… (Ef.2:11).
Debemos olvidar el pasado, pero no olvidar de donde Dios nos sacó. Lo primero tiene que ver con el perdón… “no traeré a la memoria cosas antiguas”… pero no puedo olvidar lo que Dios hizo en mi vida. Esa es la razón por la cual el pueblo de Dios debía celebrar la pascua. Esa es la razón por la que celebramos la cena del Señor… para no olvidar.
Fue en otro tiempo y damos gracias que estemos en un nuevo tiempo… pero no podemos olvidar lo que fue nuestra vida sin la bendición de Dios. Hay gente que tiene un “Alzheimer espiritual” galopante. Cuando los oigo hablar de los “pecadores”, de los “mundanos”… me pregunto si su madre fue la virgen María. Parecen que ellos nunca supieron lo que era la miseria y la lejanía de Dios. Recuerda de dónde Dios te sacó. ¿Por qué?
1. Te hará un ser más agradecido. Nunca merecerás la bendición, siempre será una gracia.
Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué. (Is.51:1-2).
2. Te hará más comprensivo. Cuando veas a alguien en pecado piensa que fue por la gracia que no estás allí.
Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido… para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad (Hb.5:1-2)
3. Te hará más servicial. Solo el que ha sido salvado de la muerte por alguien que nos habló del amor de Dios, entiende el valor de hablar del amor de Dios. Hay gente que vive como si nadie los hubiera invitado, predicado o guiado al Señor.
Mas vosotros sois… para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. (1 P. 2:9-10)
No te olvides de donde fuiste rescatado. No disminuyas delante de tus hijos lo que Dios hizo por tu familia. No ocultes en una amnesia que Dios te sacó adelante del divorcio, la infidelidad, la enfermedad, el dolor… muchas cosas de nuestro pasado no nos enorgullecen, pero no nos hacen más pequeños, sino que hacen más grande a Dios en nosotros.
Escuchemos a Pablo: Anteriormente, yo era un blasfemo, un perseguidor y un insolente; pero Dios tuvo misericordia de mí porque yo era un incrédulo y actuaba con ignorancia. (1 Tim.1:13)
¿Se da cuenta? Esto no empequeñece a Pablo, hace más grande la misericordia y el amor de Dios.
Hoy es un día para agradecer a Dios que me haya rescatado de la religión, de la hipocresía, de la tibieza de un compromiso moral con una iglesia, de un matrimonio sepultado en la intrascendencia, de una vida abúlica, sosa y sin gracia.
Dios hoy agradezco que un día fui visitado por tu amor y tu misericordia. Nunca más quiero volver de donde salí… hoy al mirar atrás me decido aún más a caminar hacia mi propósito y mi llamado. Mi compromiso se refuerza por el amor del cual fui objeto. Gracias por haberme sacado y haberme traído a este presente de bendición.
Por Daniel Cattaneo
