Devocionales Cristianos – Todo en la Vida Cristiana Tiene Que Ver Con Fe

 

 

Sos salvo por fe, recibís a Jesucristo por fe, te vas al cielo por fe, creés que la Biblia es la Palabra de Dios por fe, fuiste justificado por fe, Dios te perdonó los pecados por fe, creés en tu victoria por fe, creés que Jesús resucitó por fe, creés que el Señor viene a buscar a su iglesia por fe, creés que viviremos eternamente con Él por fe. Todo es por fe.

Pablo dice que lo que no es de fe es pecado. Él sabía de esta re­velación; por eso, un día, mientras estaba predicando comenzó a ver el espíritu de la gente y al ver a un paralítico que tenía fe para ser sanado, y observar que ese hombre oía con tantas ga­nas y que su fe crecía cada vez más, le dijo: “¡Levántate!”.

El milagro se recibe cuando oímos con intensi­dad a Dios. Cada uno de nosotros construirá su realidad de acuerdo a lo que vivió; pero ahora, ¿qué estás determinado a vivir?

Por ejemplo: Para unos perder un trabajo puede ser una ale­gría, para otros un hecho terrible. Esto dependerá de la forma en que cada uno fue criado. Hoy, te toca decidir a vos, ¿cómo lo vas a tomar?

Entregá hoy tu vida a Jesús, tus pensamientos, tu alma, tus emociones, todo… porque todo lo que consagres a Dios, Él va a devolvértelo bendecido y multiplicado.

Hay imposibles con antecedentes, otro ya lo logró; pero hay imposibles sin antecedentes. Dios te va a dar fe para atravesar crisis y para librarte de gran­des problemas.

Ana, la mamá de Samuel, era una mujer tal vez como vos, una mujer a quien las cosas y sus sueños no le habían salido como ella lo esperaba. Es decir, ella quería tener un hijo, pero ese bebé no llegaba en el tiempo que ella quería que sucediera. Ana an­helaba un hijo con toda su alma, pero como el hijo no venía, llo­raba todo el día, hasta había dejado de comer. Estaba resentida, así la definía su marido. Y una persona resentida tiene bronca, se queja y no puede ver que lo mejor aún está por venir, que Dios es fiel.

Pero un día, mientras ella estaba llorando en el templo, descu­brió este principio, el de entregar todo a Dios, aún aquello que no tenía, aquel hijo que todavía no había parido.  Y así fue como Ana, le dijo a Dios que si Él le daba un hijo, ella se lo consagraría a Él. Ana supo desatar poder de Dios, porque todo lo que se le en­trega al Señor hace que se desate su poder. No es por saber, es por hacer que Dios se mueve.

Cuando te dan un regalo sentís placer; pero cuando vos buscas­te ese regalo sentís satisfacción. Sé proactivo, no esperes que las cosas lleguen… salí a buscar­las.

Cuando a David le dijeron que lleve pan a sus hermanos él obedeció. Y cuando lo vio a Goliat tomó la iniciativa y corrió hacia él. Tenés que moverte, porque cuando vos te movés, Dios se mueve. Dios sigue tu velocidad.

Tenés que insistir hasta tener todo lo que Dios te prometió.

Cuando su hijo tuvo tres años, fue al mismo lugar donde había llorado y allí mismo entregó a su hijo Samuel, quien fue profe­ta, rey y sacerdote. Ana obedeció, se consagró. La obediencia es silenciosa, pero la victoria es ruidosa. Ella le pidió a Dios en silencio, pero cuando el hijo nació ella saltó de alegría.

Empezá a negociar con Dios, dale tu vida para que Él desate su poder y todo lo que hagas te salga bien.

Extracto del libro “60 Principios de Fe”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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