Devocionales Cristianos – Empezar Tan Bien… Terminar Tan Mal…
Pasaje clave: 1º Samuel 9:2-8, 10.
1. Introducción.
Vs.2. Saúl, joven, hermoso, alto, grande. En apariencia no había otro como él.
Vs.3-4. Saúl, obediente y sujeto. Su padre lo manda a buscar las asnas perdidas y él obedece.
Vs. 5. Saúl, interesado en el bienestar de su padre. Decide volver para que su padre no se preocupe por ellos.
Vs.6. Saúl, humilde y dispuesto a oír. Su criado le habla y él lo oye. No era el patrón, era su criado el que le hablaba, pero Saúl tiene un corazón humilde y lo escucha.
Vs.7-8. Saúl, dispuesto a bendecir al hombre de Dios porque no hay egoísmo en su corazón. ¿Qué le vamos a llevar? ¿Qué tenemos para bendecirlo?
Vs.10. Saúl, con un corazón que busca el consejo y la Palabra de Dios. “Vamos a donde está el varón de Dios”.
Saúl, un joven que lo tenía todo para alcanzar el éxito.
2. Ungido Rey Por Deseo de Dios.
A. Vs.18-20, 27. Saúl comienza el camino del éxito espiritual.
Sus primeros pasos son espirituales, sus primeras decisiones son espirituales. Busca a Dios y recibe palabra y revelación de Dios.
B. 10:1, 6-7, 9-10. Saúl es ungido rey de Israel.
Había sido fiel en lo poco (obedecer al padre y buscar unas asnas) y ahora es bendecido con lo mucho, con lo más grande, con el reino. Sus decisiones fueron espirituales, su unción también lo fue. Dios mismo le cambió el corazón, fue lleno del Espíritu Santo y comenzó a profetizar.
Saúl, un joven espiritual, lleno del poder de Dios, lleno de palabra y revelación.
Saúl, levantado en alta estima ante los ojos de todo el pueblo.
Saúl, un rey espiritual bajo la autoridad de Dios (vs.8).
3. Pero Dos Años Después…
A. 13:1, 5-8. Una guerra, un conflicto, una decisión difícil, situaciones que no queremos. Miedo, preocupación, abandono, soledad, gente que te deja solo, desesperación y una palabra que “aparentemente” no se cumple: “Espera siete días y yo iré y ofreceré sacrificios a Dios”. Pero el tiempo pasa y Samuel no llega.
¿Se cumplirá la Palabra? ¿Será verdad lo que Dios habló?
B. 13:9. ¿Esperar? ¿Para qué? ¿Por qué esperar? ¿Porque a alguien se le ocurrió? ¿Porque lo dice Samuel (o el pastor o los líderes)?
Ellos no saben lo que estoy viviendo, ellos no entienden lo que estamos sufriendo. Para ellos es fácil decir: ESPERA. Lo voy a hacer porque no puedo esperar.
C. 13:10-14. Saúl, un rey impaciente que ya no escuchaba.
Saúl, un rey desesperado, con dudas en su corazón, e incapaz de creerle a Dios.
Saúl, un rey que perdió su reino, y sentenció su vida a la ruina emocional y espiritual.
Saúl, un rey desechado porque perdió el propósito.
Saúl, un hombre que tenía todo para lograr el éxito en todas las áreas de su vida y nunca lo alcanzó.
Empezar tan bien y terminar tan mal. Qué nunca nos suceda.
Por Edgardo Tosoni