Devocionales Cristianos – La Ley del Rey: El Hombre Administrará el Planeta

 

Pasaje clave: Génesis 1:26-30.

Por el plan y la intención de Dios, tenemos dominio sobre la Tierra. Eso significa que somos los administradores, supervisores, regentes, gobernantes, líderes y mayordomos de este planeta. Lo que sea que aquí suceda es nuestra responsabilidad. Dios hará que rindamos cuentas de nuestra administración.

Nuestra autoridad en esta dimensión en tan completa que ni Dios mismo la violara. Ahora bien, sé que esta declaración hará que algunos de ustedes se pregunten como puedo afirmar algo con tanta confianza. ¿Dios no es acaso Soberano, para hacer lo que desee? En teoría es cierto, pero así como la palabra de un rey terrenal es ley y no puede revocarse, así también la Palabra del Rey del universo es ley y no puede cambiar. A esta altura, démosle un vistazo a uno de los principios más importantes en la constitución de La Palabra de Dios respecto de su creación y el programa de Dios para la estrategia de liderazgo que usted deberá emplear sobre la Tierra.

En el libro de Génesis, ya hemos visto que Dios estableció la ley de que le era concedida al hombre absoluta responsabilidad sobre el plano terrenal. El hombre fue comisionado para gobernar sobre toda la creación de Dios. Le fueron dadas la voluntad, la sabiduría y la autoridad para llevar a cabo este mandato (Génesis 1:26)

Dos de las palabras más importantes pronunciadas por el Creador están encerradas en este versículo, y ellas establecen la naturaleza de la relación que Dios deseo con la dimensión terrenal. Esas palabras son “que tenga”.

Mediante esas palabras, Dios el Creador estableció una ley que le otorga solo a la humanidad la autoridad legal de ejercer dominio y control sobre la Tierra. Es interesante notar que Dios no dijo “que tengamos”, sino en cambio “que tenga». Si Él hubiera dicho “que tengamos”, entonces hubiera provisto acceso por sí mismo a la Tierra cada vez que quisiera sin quebrantar su palabra y por tanto sería corregente sobre la Tierra juntamente con el hombre. Pero al decir “que tenga”, se encerró fuera de la Tierra como un espíritu sin un cuerpo.

¿Por qué es tan importante que entendamos esto? Porque Dios es un espíritu, y cuando habla, sus palabras se vuelven ley Su integridad no le permitirá violar o quebrantar su palabra; por tanto, cada vez que Él habla, eso se vuelve ley incluso delante de Dios. Él nunca quebrantara su palabra ni violará sus principios.

En este caso, el resultado es que Dios en su soberanía ha decidido delegar autoridad y dominio sobre la Tierra a la humanidad: un espíritu dentro de un cuerpo. Por ese motivo, Dios no puede hacer nada aquí sin la cooperación del ser humano. El hombre es el agente legal de Dios y su acceso a la Tierra.

Dios es y permanece siendo absolutamente soberano, pero Él ha escogido limitar su actividad o intervención sobre la Tierra a lo que nosotros, los ocupantes, le demos permiso para hacer. La manera en que le concedemos ese permiso es mediante la oración.

Extracto del libro “Redescubriendo el Reino”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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