Devocionales Diarios – La Oración de Jabes 2

 

Continuemos.

Que tu Mano esté Conmigo.

Jabes dice: ‘Señor, dame todas las cosas buenas, ensan­cha mi visión, mi fe, mi dinero, mi salud, pero lo que más necesito es que tu mano esté conmigo. Necesito una experiencia contigo, porque si me das bendición y me ensanchas, pero tu mano no está conmigo, si tu experiencia no me acompaña, a mi no me interesa.’

Tu oración para determinar tu futuro tiene que ser: Dios, dame todas las cosas buenas, ensancha mi territorio, mis límites, aun aquellos de los cuales me he enamorado. Rompe mi frontera, pero en especial quiero que me acompañes, Señor, quiero tu presencia, quiero andar en el Espíritu. No quiero ir a la iglesia un domingo para recibir un milagro, volver a mi casa y regresar el año que viene para pedirte otra cosa. No, quiero que tu mano camine conmigo cada día.

¿Sabes por qué hay personas que no salen de su destino de dolor? Porque son personas que han pedido bendición, han pedido ensanchar el territorio, pero no dijeron: ‘Señor, quiero que camines conmigo cada día de mi vida.’ Cuando camines cada día con el Señor tu futuro será de gloria en gloria y de poder en poder.

 

Que me Libres del Mal.

Jabes oró: ‘Dame toda la bendición, no me conformaré con poco. Señor, ensancha mi fe, mi visión, mi dinero. Ensancha mi cabeza, quiero caminar contigo y quiero que me entrenes para vencer al mal, quiero que me hagas un guerrero.’

Dios tiene que despertar el valiente dormido que está dentro de ti; fuiste creado para dominar.

Somos los continuadores de lo que Dios empezó, somos los que dominaremos, juzgaremos, multipli­caremos y dominaremos la tierra. El que te engendró te dio su apellido; nosotros tenemos el apellido de nuestro padre. Nuestro apellido es Dios, nuestro ADN dice que nuestro Padre es Dios.

Estamos en el tiempo en que la iglesia terminará todo lo que Jesús comenzó. La iglesia saldrá de la enfermedad, del dolor, de la pobreza, de la vergüenza, y caminaremos hacia un futuro de gloria.

No importa el nombre que te hayan dado, ni la atmósfera profética en la que naciste. No importa, porque puedes romper tu pasado y cambiar tu futuro, declarando en tu presente esta oración: ‘Señor, dame tu bendición, buscaré las cosas buenas y me alejaré de las malas.’

No puedes ir a los lugares que ibas antes de conocer al Señor, porque ahora buscas bendición, no maldición. Por eso tienes que decir: ‘Ensancha mi territorio’, tienes que salir de tu zona de comodidad, porque Dios te desafiará a más. Dile: ‘Quiero tener una experiencia contigo, levanta dentro de mí al valiente que peleará, enséñame cómo es la guerra espiritual para que pueda aplastar al enemigo.’

Cuando Jabes dice: ‘Guárdame del mal’, está diciendo: ‘Dame un carácter que sirva para batallar al enemigo.’

La guerra contra el diablo es una guerra de paciencia, el que pierde la paciencia pierde todo.

Dice la Biblia que a Dios le gustó la oración, le gustó lo que pidió. Jabes fue el más ilustre de sus hermanos. De su nombre original ‘Dolor’ pasó a lla­marse ‘Ilustre’.

No importa lo que te dijeron, tienes autoridad para que tu futuro sea de gloria en gloria.

Cierra tus ojos, piensa en las personas que quisieron determinar tu futuro; en los rótulos que te pusieron, en las maldiciones que te expresaron, en los nombres que tal vez te pusieron literalmente.

Dios te dice hoy: la capacidad de determinar tu futuro está en tu boca, en tu espíritu.

Ya no tienes que vivir echándole la culpa a aquello que te hicieron; hoy tienes autoridad para ponerte de pie como Jabes, no para hacer una oración lastimera sino una oración de autoridad y decir: Dios, dame tu bendición, dame cosas buenas para mi vida; ensancha mi territorio, ensancha mi visión, ensancha mi fe, ensancha mis finanzas, ensancha mi salud, ensancha mi servicio, ensancha mi capacidad de amar, rompe mis límites, sácame de mi fronteras porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Señor, quiero que tu mano estéconmigo. Quiero amarte, quiero tu experiencia, tu presencia. Señor líbrame del mal, enséñame a batallar contra el malo, a tenerlo debajo de mis pies.

Dios le dio a Jabes lo que pidió. Y te lo dará a ti.

Extracto del libro «Alcanzando el Éxito»

Por Bernardo Stamateas

Artículo anteriorArtículos – MANTENGA LA ACTITUD CORRECTA 1
Artículo siguienteDevocional – LA ORACIÓN DE JABES 1

1 Comentario

  1. Muchas gracias, doy gracias a Dios por el Ministerio que les ha dado. Dios les siga bendiciendo, guardando y prosperando en todo lo que hagan como prospera su alma en Jesucristo nuestro Señor.amen

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre