Devocionales Cristianos – Los Sueños de José 2

 

Continuemos.

José estaba solo en el pozo. El pozo representa soledad. Cuando todos te hayan dejado, Dios te ense­ñará en la soledad a abrazarlo a él. No llores cuando estés solo, abrázate a Dios. José aprendió a abrazar a Dios; no se quejó. Únicamente cuando estamos solos aprendemos a abrazar a Dios.

Luego José fue esclavo, pero Dios lo prosperó allí donde estaba. José no se quedó quieto ni se volvió místico; empezó a hacer, sirvió. Nuestra función es salir del ocio y entrar en los negocios de Dios. Si él te sacó del pozo, movilízate; entra en acción. José fue un sirviente, pero el mejor.

Sé fiel primero en lo poco, después Dios te ense­ñará, te formará lentamente. Allí donde estés, Dios te dice que si eres fiel en lo poco, estás listo para la multiplicación. Si liberas primero en ti la unción de Dios, después podrás compartirla con los demás.

Dice la Biblia que Dios empezó a bendecir al faraón porque estaba bendiciendo a José. Si quieres que otro sea tocado por Dios, primero tienes que ser tocado tú. No puedes dar algo a otro si primero no lo has recibido.

Si liberas la unción que hay en ti, afectarás a los que se encuentran a tu alrededor.

La multiplicación siempre es algo masivo y colec­tivo, porque en una iglesia donde esté la unción de la multiplicación, todos serán bendecidos.

 

Resiste a los Ataques.

La esposa de Potifar quiso seducir a José. Ella repre­senta al diablo que te ataca, te presiona para que salgas del camino, para desviarte. José supo decir no.

En el camino hacia la multiplicación habrá ataques y tentaciones, pero haga loque haga el diablo, acuérdate que tu destino es la multiplicación.

No hay ataque, no hay injusticia que te pueda detener; aunque estés preso como José, sé el mejor. Antes de multiplicarte Dios te hará el mejoren el lugar donde estás. Y cuando el diablo te está atacando, corre a la presencia de Dios, corre a sus brazos; si perdiste todo injustamente, reprende a la incredulidad. José estaba preso injustamente; pero luego fue levantado como encargado del grupo de los presos.

Un día el faraón tuvo un sueño y José recibió reve­lación de Dios para interpretarlo. En ese momento, Dios dijo: ‘Estás listo para la multiplicación.’ Todo comenzó con un sueño y José terminó interpretando otro sueño de multiplicación.

El faraón reconoció esa unción y puso a José como gobernador del pueblo, y cuando llegó el hambre al país él les dio de comer a todos.

El sueño más glorioso que puedes teneres la mul­tiplicación de la gloria de Dios. Él quiere que anheles que multitudes vengan a Cristo. Cuando tengas ese sueño, estarás más cerca de su plan.

Es la unción de Dios la que un día, ‘de pronto’, te levantará y te multiplicará, y el ‘sistema mundo’ terminará reconociéndote, reconociendo a la igle­sia de Jesucristo. Y aunque aparentemente estemos perdiendo, sabemos que no es así: la verdad es que estamos ganando, porque ‘en Cristo somos más que vencedores en todas las cosas’ y sabemos que Dios está con nosotros. ¡Aleluya!

Extracto del libro «Alcanzando el Éxito»

Por Bernardo Stamateas

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