Indudablemente el cantante que más me ha gustado toda mi vida ha sido Joan Manuel Serrat. El catalán ha sido un poeta prolifero, un intérprete singular y un condensador del pensamiento de una época. Muchas de sus canciones son divertidas, otras románticas, otras ofensivas, pero casi todas son reflexivas. Hoy al leer mi devocional recordé esta:

Si la muerte pisa mi huerto

¿quién firmará que he muerto

de muerte natural?

 ¿Quién lo voceará en mi pueblo?

¿quién pondrá un lazo negro

al entreabierto portal?

 ¿Quién será ese buen amigo

que morirá conmigo,

aunque sea un tanto así?

 ¿Quién mentirá un padrenuestro

y a rey muerto, rey puesto…

pensará para sí?

 ¿Quién cuidará de mi perro?

¿quién pagará mi entierro

y una cruz de metal?

¿Quién me hablará ente sollozos?

¿quién besará mis ojos

para darles la luz?

 ¿Quién rezará a mi memoria,

Dios lo tenga en su Gloria,

y brindará a mi salud?

 ¿Y quién hará pan de mi trigo?

¿quién se pondrá mi abrigo

el próximo diciembre?

 ¿Y quién será el nuevo dueño

de mi casa y mis sueños

y mi sillón de mimbre?

 ¿Quién pondrá fin a mi diario al caer

la última hoja en mi calendario?

El pasaje que evocó esa canción es este: Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran tenerlo presente (Ecl.7:2).

Nos conviene recordar lo efímero de nuestra vida, dice Salomón. ¿Cuál es el aporte de esto? Tendremos una mentalidad de peregrinos. El peregrino es alguien que está de paso en un lugar y su manera de ver la vida es diametralmente opuesta a aquellos que están afincados. Esa óptica es transversal y atraviesa toda su existencia afectando hasta lo más mínimo. Por ejemplo, ya que somos peregrinos ¿no deberíamos…

A. ¿Aferrarnos menos a las cosas? A los faraones los enterraban con sus cosas para el transito al otro mundo. Se ha encontrado su momia y todos sus enceres tal y cual se pusieron en su tumba… No se pudieron llevar nada. Esto debería enseñarnos la futilidad de desvivirnos por el tener.

B. ¿Prestarle más atención a las relaciones? Si lo material no es duradero, la huella más significativa que dejaré serán mis relaciones. Debería amar más y odiar menos. Pedir más perdón y decir más por favor. Valorar a las personas, disfrutar de ellas, reírme de sus ocurrencias, llorar junto a ellas y quedarme en silencio cuando haga falta.

C. ¿Tener los papeles al día? Debido a que viajo bastante siempre me preocupo por tener mi pasaporte al día. En cualquier momento puede presentarse un viaje y debo tener todo listo. En cualquier momento me puede llegar el llamado para hacer el último viaje y debería tener todo en orden… no porque me vaya a quedar, sino porque no tendré otra oportunidad en muchas cosas.

D. ¿Ocuparme más de lo espiritual? Para mucha gente esto es un tema pendiente. Creen que será mejor pensar esto después. La Biblia dice: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Am 4:12) Acabo de volver de Costa Rica. No conocía el país, no conocía las costumbres, pero conocía al pastor Ricardo Salazar, el me había invitado, además es mi amigo. Así que cuando viaje estaba tranquilo sabía que el me iba a esperar, que todos mis asuntos estaban cuidados y que yo solo me tenía que preocupar de tomar los vuelos correspondientes. Pensando esto, hay gente que conoce a muchos que viajaron al otro lado, pero no conocen Al que está del otro lado. Un consejo: Mejor que te espere un amigo, que un desconocido.

La particularidad de mi vida, haber perdido a mi papá con tres años, hizo que la muerte fuera algo muy palpable desde mi niñez. Lo que para algunos niños no es un pensamiento habitual para mí fue natural. La muerte es una parte de la vida. Lo que yo decido es si es la parte final o la parte media de mi existencia.

  • Si no tengo una relación con Dios se convierte en la introducción de una viaje de muerte eterna, una muerte que nunca acaba….
  • Si conozco a Dios, si he pedido perdón por mis pecados, si he creído en Jesús y tengo una relación experimental con El, es simplemente un puente que hay que cruzar, un viaje que hay que hacer de aquí a allá… un tránsito en medio de la vida… en la otra orilla te esperará tu amigo, te habrá preparado un lugar, habrá cuidado todos los detalles y estará contigo para siempre jamás.

Hoy es un día para verme a la luz de la eternidad. Mirar mis relaciones, tener mis asuntos en orden, aferrarme menos a las cosas, disfrutar más de la gente. Hoy es un día para reír más, preocuparme menos, servir a Dios con fuerzas y disfrutar de este momento de intimidad con El. Pronto… no sé cuándo… estaremos juntos y hay algunas cosas que Él quiere que haga antes de mi partida… Le prestaré atención a esto, para que cuando nos encontremos nos fundamos en un abrazo y yo le diga: Siervo inútil soy, porque lo que tenía que hacer eso hice. Espero que ese día el me dé la bienvenida diciéndome: Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor. Si eso espero.

Por Daniel Cattaneo

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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