Devocionales Cristianos – Nacidos Para Gobernar

 

Pasaje clave: Génesis 2:16-17.

 

El Contrato de Administración con el Hombre

En el momento de la creación, Dios le dio dominio al hombre sobre todo el reino físico, convirtiéndolo en rey de facto sobre la Tierra. Dominar significa “gobernar regir, controlar, administrar, liderar o tener autoridad sobre algo». Aquí hay una distinción importante. Dios nos dio gobierno sobre la Tierra, no su título de propiedad. Alguien que le entrega la propiedad a otra persona también rinde toda responsabilidad relativa a ella.

La persona que le asigna la posición de gobierno de un lugar, pero retiene su propiedad estará reteniendo la responsabilidad final. Por esa razón, Dios estableció una restricción desde el principio. Le dijo a Adán: Y le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comen El dia que de él comas, ciertamente morirás» (Génesis 2:16-17).

En el principio, Dios nos dio una especie de “contrato de administración” o un “acuerdo de locación”. La Biblia es bien clara en que la Tierra le pertenece a Dios. El Salmo 24:1 dice: “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan”.

Dios es dueño de la Tierra, pero nos la dio a nosotros para administrarla bajo un acuerdo de locación al que podríamos llamar mandato de dominio. Bajo este mandato debemos darle a Dios, el propietario, una rendición de cuentas sobre lo que hacemos con lo que Él nos ha encomendado. Él nos juzgará según lo bien que hayamos manejado sus activos.

Jesús enseño este principio en su parábola sobre el amo que le confió una suma de dinero a cada uno de sus tres siervos y luego se fue a un largo viaje. Mientras él no estaba, dos de los siervos invirtieron el dinero sabiamente y recibieron el doble. El tercero no hizo nada excepto esconder su asignación. Cuando el amo regreso, alabo a los siervos que habían ejercido una administración sabia. Sin embargo, expulsó al siervo que habla rehuido a la responsabilidad de su mayordomía (Mateo 25:14-30).

 

Nacidos Para Gobernar, No Para Ser Gobernados

Todos nosotros hemos nacido para regir la Terra. Cuando no nos convertimos en lo que fuimos creados para ser o no alcanzamos nuestro destino, abrimos una puerta a un mundo de problemas personales. Permitimos ser dominados por nuestro entorno físico o por otras personas puede dar como resultado, por ejemplo, presión alta u otros problemas físicos o enfermedades. Incluso puede abrir una puerta a trastornos mentales y emocionales.

Uno de los sucesos más liberadores de mi vida me ocurrió cuando era un adolescente. Ese fue el dia que descubrí el mandato de dominio del Reino para mi vida. El Salmo 115 lo declara perfectamente: “Que el Señor multiplique la descendencia de ustedes y de sus hijos. Que reciban bendiciones del Señor; creador del cielo y de la tierra. Los cielos le pertenecen al Señor pero a la humanidad le ha dado la Tierra” (Salmo 115:14-16).

El versículo 16 es increíble. La frase “los cielos le pertenecen al Señor” se refiere a los cielos que están por encima de la estratósfera, el mundo invisible en donde Dios habita. El cielo es el ámbito de Dios, pero Él le dio al hombre la Tierra, no en calidad de pertenencia, sino como un acuerdo de locación. Aquí La Biblia nos dice abierta y directamente que el cielo no es nuestro territorio.

Los creyentes a menudo hablan acerca de ir al cielo cuando mueran. Aunque eso es cierto, Dios ha hecho arreglos para asegurarse de que no permanezcamos allí. Si estuviéramos en el cielo, la Palabra de Dios fallaría porque Él ha declarado lisa y llanamente que nos creó para tener dominio sobre la Tierra. Y la Palabra de Dios nunca se equivoca (Isaías 55:10-11).

Si Dios dice que Él nos creó para ejercer dominio sobre la Tierra, entonces claramente no podemos permanecer en el cielo. El propósito de Dios para nosotros siempre ha sido que dominemos la Tierra. Nuestra tendencia como iglesia es enfocarnos demasiado en el cielo. El Rey del universo nos ha dado un mandato terrenal. Por eso, ha hecho arreglos para asegurarse de que los creyentes que mueran, regresen a la Tierra con el Señor. Dios incluso ha dispuesto arreglos para nuestro cuerpo: se le llama resurrección.

Extracto del libro “Redescubriendo el Reino”

Por Myles Munroe

Artículo anteriorDevocional Diario – LA LEY DEL REY
Artículo siguienteDevocional Diario – UN REINO DE REYES
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre