Devocional Navideño – Navidad es Revolución

 

Desde muchas partes del mundo y desde distintos niveles sociales se oye el clamor por una verdadera revolución. Frente a esta corrupción generalizada, la paciencia de la gente se está agotando.

La revolución es un cambio total, completo, de una sociedad o un gobierno. Los que promueven las revoluciones dicen que ya no basta con reformas. Los viejos sistemas económicos, morales, éticos necesitan ser arrancados de raíz y reemplazados por otros de igualdad y justicia.

Coincido con muchos de estos puntos. La diferencia de opinión que tengo, quizás, sea en la forma de efectuar estos cambios.

El defecto general de las revoluciones es que no son suficientemente revolucionarias. Destruyen propiedades, derraman sangre, derriban gobiernos y predican nuevas ideologías, pero al final las cosas cambian relativamente poco. Son nada más que nuevas formas de distribuir la desigualdad, distintas aplicaciones de la injusticia y otras técnicas de corrupción. En el fondo existe el mismo odio y el mismo sufrimiento humano de siempre. La raíz del problema es la desorientación del hombre mismo, y el mundo no encontrará la paz y la armonía hasta que no solucione esto.

La única verdadera revolución lo suficientemente grande y profunda fue la que hizo Jesús al nacer hace 2000 años. Dios intervino en la historia y trajo un cambio total en la escala de valores. Jesús atacó el problema de fondo, cambiando al ser humano y por medio de él, la sociedad. Gente que antes vivía en corrupción moral ahora lleva una vida limpia y recta. Personas castigadas y derrotadas por la vida ahora pueden declarar que son más que vencedores frente a los problemas, simplemente porque dejaron que este Jesús les revolucionara la vida por completo.

Creo que usted necesita algo distinto en estas Fiestas. Ya son muchas Noches Buenas en su historia donde ha quedado una sensación de vacío y tristeza apenas terminó de brindar con la familia. Algo falta. La Navidad es más que un buen momento de comunión familiar. La Navidad puede ser una verdadera revolución en su vida.

Jesús, que nació en Belén hace 2000 años, en esta Navidad quiere nacer en su corazón y darle lo que nadie puede darle: amor, armonía, paz, sentido para vivir, alegría, esperanza. ¡La decisión es suya!

Permítame orientarlo con esta oración que revolucionará su vida para siempre:

“Gracias Dios por amarme tanto. Te pido perdón por todos mis pecados, me arrepiento de ellos y te ruego que en esta Navidad Jesús nazca en mi corazón por la fe. Yo me entrego a Él y lo recibo como mi Salvador y Señor”.

Si usted oró esta oración con toda sinceridad, le garantizo que su vida comenzará a cambiar de tal manera que no podrá explicarlo pero sí podrá disfrutarlo.

¡Vivamos una vida al 100%!

Por Pastor Rubén Kassabián

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