Devocionales Cristianos – Palabras Que Sanan el Corazón
Pasaje clave: Proverbios 18:21.
1. Introducción.
Todo lo que oímos tiene influencia positiva o negativa sobre nuestras vidas y todo lo que hablamos afecta positiva o negativamente la vida de otros.
La muerte y la vida están en poder de la lengua (Proverbios 18:21).
Las palabras que oímos y hablamos pueden matar o pueden dar vida y bendecir.
Todos los días oímos y hablamos palabras negativas. Palabras de muerte, palabras de destrucción, palabras violentas, insultos, gritos, desprecios, palabras de reproches, palabras acusadoras, palabras pesimistas.
“Todo está mal”. “Todo es un desastre”. “Vamos de mal en peor”. “Nada va a cambiar”. “No voy a poder”. “Eres un tonto”. “Haces todo mal”. “Eres un desastre”. “Ojalá te mueras”. “No vales para nada”. “A ti no te da la cabeza para nada”. “Por tu culpa esta todo mal”. “Eres una basura”. “Te odio”. “No sirves para nada”. “Eres una loca histérica”.
A. Estas palabras nos afectan mal y si las dicen personas que son importantes para nosotros, tienen una influencia negativa aún mayor. Las personas viven diciendo cosas negativas. Y nos ponen etiquetas: “Tú eres esto, tú eres aquello”.
B. Oír esas palabras, repetirlas y creerlas como verdaderas nos ata.
Esas palabras negativas, llenas de muerte, nos atan de tal modo que no podemos avanzar. Nos empezamos a preocupar, nos llenamos de ansiedad, tenemos miedo, nos amargamos, nos deprimimos, nos enojamos, nos rebelamos.
¿Qué dicen las personas de ti?
¿Qué dicen de tu vida, de tu cuerpo, de tu forma de ser?
C. Pero lo que la gente dice no es lo que Dios dice.
Algunas cosas de las que ellos dicen pueden ser verdad, pero no es lo que Dios piensa y dice de nosotros. Si oyes lo que la gente dice te amargas y retrocedes, pero si oyes y crees lo que Dios te dice, te llenarás de paz, avanzarás y crecerás.
Salmo 78:1. “Inclinen sus oídos a las palabras de mi boca”.
Mateo 4:4. “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Juan 5:24. “El que oye mis palabras, y cree al que me envió, tiene vida eterna”.
Juan 6:63. “Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida”.
D. Hoy tienes que decidir: empieza a oír las palabras de Dios, cree las palabras de Dios y hablar las palabras de Dios, porque solamente las palabras de Dios sanarán tu corazón (Salmo 107:20).
Las palabras de Dios son para sanarte, son palabras para liberarte de la muerte, del rechazo, del desprecio y de la ruina. Cuando hablamos lo que Dios habla nos hacemos fuertes y somos libres. Bendecimos y sanamos a los demás.
Por Edgardo Tosoni