Devocional – RECUPERA LA PASION POR VIVIR 1

Devocional Diario – Recupera las Pasión por Vivir 1 

 

Pasaje clave: Romanos 8:36-37

Devocional Diario – Recupera las Pasión por Vivir 1

 

Pasaje clave: Romanos 8:36-37

 

La mayoría de las personas, en algún momento de su vida, no tienen ganas de vivir o no sienten “algo adentro”. Dicen: “Necesito ese fuego de cuando era adolescente o tenía veinte años”.
Miran el pasado con cierta nostalgia:
           “Si yo tuviera la fuerza que tenía antes”.
           “Si tuviera la misma alegría”.
           “Si pudiera vivir otra vez los momentos lindos que viví”.

Sienten que perdieron la pasión por vivir en algunas áreas de su vida, o en todas. La pasión por vivir se pierde cuando desarrollamos el hábito de la preocupación.

Las mujeres nos preocuparnos por todo, si nos sentamos a escuchar música, pensamos las cosas por resolver. No podemos pasar ni un minuto sin preocuparnos, sentir angustia o tener un problema en la cabeza.

Preocupación es la amargura o ansiedad por algo que ya ocurrió o puede ocurrir. No permite que nos mantengamos en el presente, nos ata al pasado o al futuro.

La mente no puede quedarse quieta y muchas veces perdemos la pasión porque perdimos la capacidad de disfrutar.

Aprende a disfrutar cada segundo que Dios te regala. La preocupación es como una gota que golpea y enloquece, quita las fuerzas y las ganas de vivir.

Nos preocupamos por los hijos, el marido, la esposa, las cuentas, el clima, por un amigo, por la red, por el discipulado, son gotas que van cayendo y terminan quitando la pasión.

Venceré toda preocupación y me apasionaré por vivir.

 

Para Recuperar Mi Pasión:

1. Debo Mantenerme Ocupado.

Quizás haces un montón de cosas durante el día pero no te entusiasman, porque son monótonas, aburridas, que te hartaron, pero que debes hacerlas sí o sí.  Buscá hacer algo que te apasione.

 

2. Una Emoción Expulsará a Otra Emoción.

Cuando estamos entusiasmados, la emoción hace que la preocupación quede para otro momento; por eso tenemos que buscar hacer lo que nos entusiasme y preocuparnos después. Hacer lo que te gusta te dará alegría y esa emoción expulsará la preocupación.

 

3. Donde está el interés, está la energía.

Buscá lo que te entusiasma.
Nunca compitás con otra persona sino con vos mismo. Superate a vos mismo. No busqués superar a nadie porque no sos la otra persona. Por lo tanto, tu parámetro de comparación siempre tenés que ser vos mismo.

Procurá hacer lo que te estimula y te da energía. Viví como si tu trabajo fuera bárbaro, como si ya hubieras logrado lo que querías, como si estuvieras completo, perfecto, sin más dolor y con victoria, porque Dios te dijo: “Que ya tenés todo, es tu posesión y te pertenece”.

 

4. Rescatar la soledad.

Las personas huimos de la soledad porque le tenemos miedo. Nos trae tristeza, deprime y hace que pensemos en cosas negativas.
“Cuando estoy solo llamo a alguien por teléfono, busco con quién salir o tener una ocupación, porque si no me angustio”.

La soledad puede ser la posibilidad de ordenar mi mente y mi corazón. Hay pensamientos y emociones que sólo aparecerán en soledad.
No hay que tomar ese momento con seriedad: “Voy a estar solo para pensar, para reflexionar, para darme cuenta como seguir adelante en mi vida, me tomaré un tiempo a solas (unas vacaciones a solas) para ver como encarar el año que viene”.

Buscá la parte divertida de la soledad.

Cuando nadie te ve, tenés mayor libertad, sos más espontáneo, más infantil, por eso aprovechá esos momentos para hacer lo que no harías delante de otros.
Esas conductas privadas no son destructivas (otras, como alcoholizarse, drogarse, sí lo son).
Si una conducta privada te daña, reemplazala por algo sano que te divierta y se soltará la creatividad.
No vivas esos momentos como robados, porque te pertenecen, disfrutalos y reíte aun de los problemas. Hacé que la pasión se encienda porque estás disfrutando de vos misma. Empezá a elegirte. La gente feliz atrae a gente feliz.

 

5. Ser Uno Mismo.

A veces no tenemos pasión porque no somos nosotros mismos. Averiguá quien sos.
Hablá de tus puntos fuertes, de lo bueno que tenés, de lo que hacés bien. No imités, pues no te lleva a ningún lado. Es bueno tener modelos para copiar ciertas cosas que, mezcladas con lo que Dios nos dio, harán algo exclusivo determinando la propia identidad.

 

6. Hay Capacidades por Soltar.

Tenés algo valioso, nuevo, que nadie tiene. Sos exclusivo en este mundo; en la orquesta de la vida debes tocar tu propio instrumento.

Conocete: ¿Qué se hacer? ¿Qué me sale bien? ¿Cuáles son mis capacidades? ¿Qué puso Dios dentro mío?
Conocemos a los demás pero no nos conocemos muy bien a nosotros mismos, por eso no nos amamos y si no lo hacemos nadie lo hará.

Decí: “Soy la persona más espectacular del mundo y hoy elijo cuidarme, quererme y amarme”.

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas