Devocionales Cristianos – Sujertarnos a los Ungidos de Dios
Pasaje clave: 1º Samuel 24:1-6.
1. David es Probado.
24:4. Los que estaban con David lo tientan para que mate a Saúl. Era la oportunidad para sacárselo definitivamente de encima. Saúl lo había perseguido y había intentado asesinarlo en más de una oportunidad. Ahora era la oportunidad de David y su propia gente le dice que lo haga, que no deje pasar la oportunidad para matarlo.
Hay que entender que muchas veces lo que la gente quiere no es lo que Dios quiere. La gente de David quería sangre y muerte, Dios quería perdón y sujeción. David no actúa como la gente hubiera querido, sino actúa de acuerdo al corazón de Dios.
Tenemos que movernos de acuerdo a la voluntad de Dios y no de acuerdo a la presión de las personas.
“… y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl”. Cuando las cosas las hacemos calladamente, a escondidas, nos salen mal. David a escondidas se atrevió a cortar el manto del rey, el símbolo de la autoridad, y actuó mal.
24:5. David se turba, porque cortar el manto de Saúl era tocar su autoridad, era levantarse en contra de su autoridad. Esto es muy serio, cada vez que nos levantamos contra los ungidos (pastores, líderes) nos estamos levantando contra Dios mismo. Porque toda autoridad viene de Dios. Tocar a las autoridades delegadas es tocarlo a Dios mismo.
Antes de levantarte en contra de las autoridades, que tu espíritu te alerte: “Cuidado con lo que vas a hacer, tú tal vez seas mejor que ellos, pero ellos fueron ungidos, no tú. Ellos recibieron la autoridad y no tú”. Tienes derecho a pensar distinto, tienes derecho a no estar de acuerdo, pero no tienes derecho a «tocarlos» negativamente con tus palabras, críticas y comentarios.
2. Tres Ejemplos de Sujeción a la Autoridad.
A. Elías y Eliseo. (1º R.19:15-16, 19).
Elías unge a Eliseo como su sucesor. Sin embargo, Eliseo comenzó a ejercer autoridad recién cuando Elías fue llevado por el Señor.
B. Moisés y Josué. (Josué 1:1-2).
Después de la muerte de Moisés, Josué tomó el liderazgo, no antes. Josué era el servidor de Moisés, pero recién cuando Moisés murió, Josué fue levantado para guiar al pueblo a la Tierra prometida. Josué nunca se levantó en contra de Moisés.
C. Jesús y Juan el Bautista. (Mateo 3:1, 5-6, 13-15).
¿Quién era la autoridad espiritual de esa región? Era Juan el Bautista. Sin embargo cuando Juan ve a Jesús, inmediatamente reconoce su autoridad y se sujeta a Él.
Los ejemplos nos muestran el valor que Dios le da a la autoridad y cómo Dios guarda a la autoridad. Tenemos que honrar a nuestras autoridades, bendecirlos, orar por ellos, guardarlos de todo comentario destructivo, de toda murmuración y palabra mentirosa.
Medita en el Salmo 105:15. La unción que tú respetes es la unción que crecerá en tu vida.
Por Edgardo Tosoni